La burocracia que representa las autorizaciones de exportación pone en riesgo los compromisos de exportación que, con mucho tiempo y esfuerzo, se consiguen en otros países, sostiene el ejecutivo de Aguaí Cristóbal Roda.

10 de marzo de 2022, 11:19 AM
10 de marzo de 2022, 11:19 AM

Por Walter Vásquez

Productores de maíz y sorgo cuestionaron que el Gobierno haya emitido un decreto para la regulación de la exportación de ambos granos en un momento en el que ellos no cuentan con la capacidad para el comercio exterior y se esfuerzan por cubrir la demanda interna. Los productores de azúcar, afectados por la misma normativa, lamentan que se se ponga obstáculos al crecimiento de esa industria.

El miércoles, a través del Decreto Supremo 4680, el Gobierno dispuso la regulación de las exportaciones de maíz, sorgo y azúcar por medio de certificados de abastecimiento interno.

“El Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, en base a informes técnicos de verificación de abastecimiento interno a precio justo presentados por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, según corresponda, emitirá el certificado de abastecimiento interno y precio justo a las personas naturales y jurídicas, públicas, privadas, nacionales o extranjeras, que así lo soliciten, de las mercancías identificadas en el Anexo, adjunto al presente Decreto Supremo”, cita el texto.

“Con qué capacidad vamos a exportar si seguimos con los cultivos tradicionales”, dijo al respecto el presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), Mario Moreno.

Lo que hacen estos burócratas es aprobar autorizaciones de exportación, pero no nos dan primero las condiciones para producir más”, dijo el dirigente, quien reiteró que el sector no tiene al momento la capacidad de exportar y que trabaja para enfrentar la sequía y responder al crecimiento de la demanda interna de maíz y sorgo. “Este año vamos a tener un gran déficit” en ambos granos, anticipó.

“Volvemos al país del siglo pasado, donde todo se regula, todo se controla, todo se burocratiza, lo que hace que las inversiones no tengan el ritmo de crecimiento que requiere un país en vías de desarrollo. Todas estas trabas burocráticas lo único que hacen es perjudicar, en vez de avanzar nos hace retroceder”, lamentó, por su lado, Cristóbal Roda, gerente de Operaciones del Ingenio Aguaí.

El ejecutivo recordó que la industria azucarera boliviana ha informado en varias oportunidades que tiene la capacidad para abastecer “con mucha tranquilidad” el mercado interno de azúcar y alcohol. “Nosotros solo exportamos los excedentes”, subrayó.

La burocracia que representa las autorizaciones de exportación pone en riesgo los compromisos de exportación que, con mucho tiempo y esfuerzo, se consiguen en otros países, explicó el representante del ingenio cruceño, que como otras empresas del país debe además superar las dificultades en logística que presenta el país al estar a 1.800 kilómetros de los puertos de embarque.

Moreno consideró que “lo que se debe hacer es poner” a la cabeza de la producción agrícola nacional a “un ministro o viceministro que esté  identificado con el sector productivo”.

“Ya estamos cansados de estas improvisaciones. Ponen gente que nunca ha producido nada, que no tiene idea de lo que se requiere para producir”, afirmó Moreno, quien no ve políticas de Estado para el sector agrícola, como la implementación de biotecnología para reducir las pérdidas por efectos del clima.

En su cuenta de Twitter, el presidente Luis Arce escribió este jueves: "Para seguir garantizando la seguridad alimentaria del país, aprobamos el DS 4689 que autoriza al @MDPyEPBolivia emitir certificados de abastecimiento interno y precio justo del maíz, sorgo y azúcar. El abastecimiento de productos estratégicos en el mercado interno es prioridad".