La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo considera que ese mecanismo les quita la posibilidad de mejorar los costos con las aceiteras y así aprovechar el buen precio internacional del grano. También observan la política de los cupos de exportación

14 de enero de 2021, 14:12 PM
14 de enero de 2021, 14:12 PM

Desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) expresaron su rechazo al sistema de banda de precios, pues consideran que pierden capacidad de negociación con la industria aceitera y no podrán aprovechar los buenos precios internacionales de grano, que en la actualidad su ubica en los $us 520 la tonelada.

Fidel Flores, presidente de Anapo, expresó su preocupación sobre la política de banda de precios y cupos de abastecimiento retomado por el Gobierno para la venta de la harina de soya en el mercado interno, ya que considera que esta modalidad distorsiona el proceso de comercialización correcto para el grano de soya.

Flores remarcó que el rechazo de las bandas de precios es porque distorsiona el proceso de negociación de precios para el grano de soya que intentan iniciar los productores soyeros con las agroindustrias, aprovechando la subida importante que ha tenido la cotización en el mercado internacional.

El productor hizo notar que después de varios años de pérdidas productivas y económicas por precios bajos, que llegaron a los $us 250 la tonelada, daños por la sequía, los productores soyeros tienen la posibilidad de recuperarse económicamente para cubrir sus deudas que se arrastran, pero que la medida gubernamental los perjudica.

Flores resaltó que los productores de soya realizan un importante aporte con la producción de alimentos estratégicos para garantizar la alimentación de los bolivianos y para generar excedentes para las exportaciones, que solo en el caso de la soya, representan más de $us 800 millones anuales.

Jaime Hernández, gerente general de Anapo, explicó que, para enero de 2021, la banda de precio establecida por el Gobierno para la harina de soya, que se destina al mercado interno, es de $us 295 la tonelada.

Un precio que considera muy por debajo con las expectativas de exportación que se ubican en los $us 400 la tonelada, algo que a su criterio provoca una distorsión de los costos y que lo mejor sería que el mercado, a partir de la demanda y la oferta, sea el que determine los precios.