La empresa anunció que empezó las tratativas para ampliar su contrato con la Corporación Minera de Bolivia para la explotación de las minas Bolívar y Porco.

13 de septiembre de 2022, 12:53 PM
13 de septiembre de 2022, 12:53 PM

Ser el mayor proyecto minero de Bolivia es la meta de Santa Cruz Silver Mining, que en su primer año de operaciones en el país prevé un aumento de al menos 20% en su producción, incremento que prevé alcanzar con mayor eficiencia y dándole a cada mina la tecnología que necesite.

“Así, a ojo de buen cubero”, solo aplicando métodos de “productividad, podemos llegar a crecer un 20%” este año, afirmó Carlos Silva, director ejecutivo de la compañía que recientemente compró los activos de Glencore en Bolivia.

Santa Cruz Silver Mining Ltda inició sus operaciones en 2010 con inversiones principalmente mexicanas y desde 2012, tras su ingreso a la Bolsa de Valores de Toronto, cuenta con el respaldo de más de 5.000 inversionistas de Hong Kong, Singapur, Alemania, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.

La compañía cerró la compra con Glencore el 18 de marzo pasado, con lo cual se hizo cargo de la sociedad Illapa, que tiene un relación contractual (45%) con la Corporación Minera de Bolivia para explotar las minas de Bolívar y Porco (ambas de plata, plomo y zinc); y de la empresa Sinchi Wayra, que está a cargo del proyecto Caballo Blanco, un grupo de tres minas (Reserva, Tres Amigos y Colquechaquita) que producen concentrados de zinc y plomo.

El paquete incluye el proyecto exploratorio Soracaya, la concentradora y centrales eléctricas Don Diego, la comercializadora San Lucas, que compra mineral a toda la minería pequeña, y los más de 1.500 trabajadores que tiene el grupo.

“Siempre hemos sido muy transparentes en este proceso e inclusive, antes de cerrar la transacción, estuvimos en conversaciones con las autoridades, incluyendo la presidencia de Comibol y, por supuesto, han estado conformes”, con la operación, informó el presidente ejecutivo de Santa Cruz, Arturo Préstamo.

Santa Cruz Silver Mining se presenta como una empresa minera que lo único que sabe hacer es minería y eso lo quiere demostrar con hechos más que con palabras.

“Estamos revisando todos los procesos de exploración, explotación y beneficiado para ponerles el mejor método (…). Necesitamos darle a cada mina lo que necesita”, remarcó SIlva.

Como ejemplo, hace unos días, Bolívar elevó su tope de capacidad de molienda de 1.200 a 1.350 toneladas solo haciendo algunas pruebas, afirmó.      

El “negocio principal” de Glencore “no es la minería. Nuestro enfoque está 100% en la minería”, así que “Comibol tendrá (en Bolívar y Porco) una operación más nítida, con unos parámetros más fáciles de seguir (…). Su socio, que somos nosotros, vamos a estar más pegados a la operación”, adelantó Préstamo.

“A meses de operar ahí, ellos están viendo resultados (…). La relación con Comibol va a empezar a fortalecerse aún más con esta nueva administración. Nosotros tenemos un enfoque netamente minero y estamos en Bolivia a largo plazo”, subrayó Silva.

La empresa finalizó la primera etapa de su trabajo en Bolivia al garantizar una transición estable. Ahora, comenzó la planificación para definir inversiones e incrementar el crecimiento productivo.

El escalamiento principal vendrá de la mano de Soracaya, un prospecto que puede rendir 4 millones de onzas de plata al año, calculó Préstamo. Está planificado iniciar los primeros trabajos y estudios de metalurgia este mes y se espera tener noticias este mismo año.

Al ser la minería una actividad de plazos extensos, los nuevos inversionistas ya iniciaron también las tratativas de extender el contrato con la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) en Bolívar y Porco, acuerdo cuya vigencia termina en 2030.

“La minería tiene sus tiempos y las inversiones son muy intensivas en capital. Sin un contrato de mayor plazo, ocho años son pocos para nuestra industria. No tener un contrato con un plazo mayor te va a limitando las inversiones que puedes hacer en cada una de las unidades. Definitivamente, estamos con toda la intención de lo más pronto posible lograr un acuerdo y todas las ganas de extenderlo lo más posible”, sostuvo Silva.

La rentabilidad es un elemento crucial para la empresa, ya que no solo permite desarrollar los activos adquiridos sino que le permitirá cubrir el pago de cierre acordado con Glencore.

La visión de Sinchi Wayra en Bolivia es ser la empresa más importante del país en minería. Si no lo somos ahorita, vamos a trabajar para que así sea bajo nuestros tres principios (pilares, seguridad, productividad y crecimiento integral), sostuvo Solis.

Estamos muy enfocados en la recuperación de la plata. Nuestro enfoque es la plata y recuperar más plata en los concentrados de plomo, porque es lo que mejor nos pagan las refinerías”, apuntó Préstamo.