La petrolera estatal aclaró que no se trata de un solo proyecto y que la primera etapa contempla el uso de soya, para lo cual será necesario que una parte de las exportaciones de la oleaginosa se queden en el país.

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6 de mayo de 2022, 14:42 PM
6 de mayo de 2022, 14:42 PM

Por Walter Vásquez

El presidente YPFB, Armin Dorgathen, informó que la petrolera estatal no adjudicó sino “entregó” la ejecución de la Planta de Biodiésel y de todo el “Proyecto Implementación de Plantas de Biocombustibles” a su subsidiaria YPFB Refinación y que los $us 387,5 millones presupuestados para el proyecto permitirán la instalación de dos plantas y la adquisición de dos tecnologías para la producción de combustibles verdes.

La Resolución de Directorio 41/2021 “adjudica el proceso de contratación directa Proyecto Implementación de Plantas de Biocombustibles” a YPFB Refinación, para lo cual se contempla un plazo de 48 meses (cuatro años) y un presupuesto de $us 387,5 millones.

“Esa inversión abarca cuatro proyectos”, precisó Armin Dorgathen, presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), en entrevista con EL DEBER Radio. Estos proyectos, detalló, son FAME 1, FAME 2, HVO y Pirolisis.

“Todavía no tenemos una empresa que haya sido adjudicada. YPFB Refinación va a ser la que va a ir construyendo” la infraestructura “y la que en su momento compre, la que licite la tecnología de la planta de biodiesel. Ahí sabremos con qué empresa se realizará” este proyecto, indicó.

El ejecutivo sostuvo que se “entregó” este trabajo a YPFB Refinación debido a que cuenta con los profesionales y la experiencia necesarios para este tipo de proyectos y porque la FAME I estará en su refinería de Santa Cruz, donde el biocombustible se mezclará directamente con el diésel convencional que se produce en ese lugar, lo que generará “un ahorro significativo en la logística del producto”.

El FAME 1 obtendrá los aditivos para el biodiesel del aceite de soya. Demandará 75.000 toneladas (t) por año de la oleaginosa para una producción de 1.500 barriles por día.

Dorgathen detalló que este volumen está garantizado, tomando en cuenta que en Bolivia existe una capacidad instalada de 1,2 millones de toneladas de aceite de soya y que el país produce entre 600.000 y 650.000 toneladas del grano, 100.000 de las cuales bastecen el mercado interno mientras que el resto se destina a la exportación.

Tenemos 500.000 toneladas que salen para exportación y que se podrían utilizar para biodiésel. Ese producto se podría quedar en Bolivia y habría un ahorro en la logística para la exportación”, dijo el presidente de YPFB.

Esta etapa del proyecto, indicó, no solo contempla el uso de soya, sino también el de cultivos semi industrializados o artesanales como el sorgo, la palma, la pongamia y la jatropha, entre otros, los cuales hay que comenzar a industrializar.

Agregó que el “Proyecto Implementación de Plantas de Biocombustibles” incluye asimismo la construcción de una segunda planta de biodiesel con tecnología FAME y la instalación de las tecnologías HVO (de diésel renovable) y de Pirólisis (de obtención de diésel a partir de residuos plásticos).

“En Europa hoy es obligatorio usar 1% de HVO, que se espera subir a un 5% hasta 2025 en los vuelos comerciales. Es una tecnología que va a ir creciendo en el mundo y no hay que retrasarse”, afirmó Dorgathen. “Tenemos que acelerar” este proyecto, apuntó.

En países vecinos como Brasil el biodiesel es ampliamente utilizado. En Argentina es obligatorio un 5% de biodiesel en el combustible regular, dijo el Presidente de YPFB, quien prevé que en Bolivia la mezcla estará entre 5 a 10%.

El ejecutivo puntualizó igualmente que el biodiesel no vulnera la Ley de la Madre Tierra, que prohíbe la producción de agrocombustibles, porque se trata de “un aditivo” que mejora la calidad del diésel y es amigable con el medio ambiente.

El proyecto genera empleo y divisas e incentiva la producción nacional, destacó.  El biodiesel “va ser rentable” a cualquier precio por encima de los $us 50 el barril de petróleo, reveló.

Las obras civiles de la FAME 1 se inaugurarán en los próximos días y se espera tener la planta en funcionamiento entre julio y diciembre de 2023.

El especialista en hidrocarburos Hugo del Granado considera que es una mala señal que YPFB entregue este proyecto a una empresa subsidiaria e hizo notar que nunca antes se han visto contrataciones como ésta, salvo para algunas actividades estrictamente operativas que no pasaban de un año y por montos menores.

Otro punto que el experto hizo notar es que a escala internacional el precio del biodiésel actualmente llega a los $us 2.000 la tonelada. “Eso quiere decir que el costo de producción será más elevado que el diésel normal. Es una planta que va a entrar a operar con pérdidas”, dijo.

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