Para políticos y juristas, la teoría de “intento de golpe de Estado” es débil y sin un buen sustento. Autoridades cuentan sus miedos y cómo vivieron la jornada del 26 de junio

21 de julio de 2024, 4:00 AM
21 de julio de 2024, 4:00 AM

A cuatro semanas del asalto militar, calificado por el Gobierno como un “intento de golpe de Estado fallido”, persisten las dudas sobre los hechos de ese día. Desde afuera de la Casa Grande ven que fue más bien una “acción y aventura militar” impulsada por la “ira” del general Juan José Zúñiga contra el presidente Luis Arce por su “deslealtad” hacia él.

Pero el Órgano Ejecutivo emplea todas sus tácticas para sustentar que lo que pasó el 26 de junio en la Plaza Murillo, sí fue un “intento de golpe”. En ese contexto, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, sus viceministros y el Comandante de la Policía, dieron sus testimonios ante los periodistas acerca de lo que sintieron durante esas casi tres horas de tensión, hablaron de sus miedos y rabias, en medio de la necesidad también de cuidar a sus seres queridos y ponerlos a buen recaudo.

Mientras, la gente en otros confines del país ve el hecho como algo lejano y ajeno a su realidad, e incluso hace parodias del asalto militar, ya que por la tecnología y las transmisiones en directo de los medios en las redes sociales, siguieron a detalle los acontecimientos de la tarde y noche del 26 de junio.

Charla informal y testimonios

El desayuno trabajo que invitó el ministro Del Castillo a los periodistas que realizaron la cobertura del asalto militar el 26 de junio fue el escenario en el que el titular de Gobierno, los viceministros de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, y de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, además del, comandante general de la Policía, José Álvarez Griffiths, dejaron un poco de lado su rol de funcionarios de Estado y contaron cómo vivieron esas horas y en qué medida lo que pasaba en la Plaza Murillo, afectaba a sus familias.

“La idea es contar lo humano, lo que uno sintió, lo que uno vivió. Yo les confieso cuando pasa todo, llego a mi casa, mi esposa me dice: ‘no me llamaste, no sabía que hacer, estábamos con miedo’. Lo único que atiné ese momento (del asalto) fue llamar a mi edecán y decirle que vaya a mi casa por si había que tomar algunas decisiones con ellas, con mis hijas (…) lo propio le sugerimos al Presidente (Luis Arce) cuando hablamos con él”, contó el ministro Del Castillo.

El general Álvarez contó que esas horas no tuvo contacto con su esposa y que le pareció extraño porque siempre se comunican vía teléfono. “A eso de las 18:00, 18:30 me llama la ayudante que estaba de descanso y me dice: ‘mi General no se preocupe, yo he evacuado a su familia, no está en su casa’”, narró Álvarez y agregó que ni siquiera a él le dijeron dónde habían llevado a su familia. “Tenía una sensación difícil de explicar. ¿Había miedo?, sí había miedo, incertidumbre, uno no sabía qué es lo que iba a pasar y sobre todo la preocupación era de la familia”, contó Álvarez.

En tanto, el viceministro Ríos, dijo que se enteró de la irrupción militar cuando retornaba a La Paz de Caranavi. Cuando se puso en contexto, contó que se contactó con su papá para pedirle que ponga a buen recaudo a su madre y a sus hijos.

“Hablo con mi papá ya me dice: ‘hijo tu mamá no quiere salir’.Como ustedes saben ese día los mercados y tiendas estaban abarrotados, y como mi mamá tiene una tiendita de barrio, ella estaba vendiendo y me dice: ‘hijo estoy teniendo buena venta’, ella solo pensaba en su venta”, relató Ríos quien ya había llegado al “kilómetro cero”.

Después que el presidente Arce posesionó al nuevo Alto Mando Militar y el Comandante del Ejército ordenó a las tropas replegarse a sus cuarteles, en la Plaza Murillo se vio a Ríos y a Aguilera echar a gritos y con adjetivos de grueso calibre a los soldados. “Estaba muy asustado pero también con los ánimos caldeados porque uno siente la traición (de Zúñiga) esa deslealtad (…) yo estaba tan eufórico, tan exaltado, nunca salí ante los medios en esa forma”.

La otra mirada

Después de cuatro semanas del hecho, desde Comunidad Ciudadana ven que existen más dudas que certezas y que lo que más hizo el Gobierno “es capitalizar políticamente” el hecho para “victimizar” a Arce y que él aparezca “como el gran paladín de la democracia”. Ven que se vuelve a vulnerar los derechos humanos de las personas detenidas.

“Por las evidencias, está claro que la ciudadanía no cree en el relato de golpe. Hay muchos elementos que investigar sobre lo que pasó el 26 de junio, pero para nada hubo un golpe de Estado como Arce lo quiere hacer ver. Las acciones del Gobierno demuestran que están desesperados de apuntalar su relato oficialista”, afirmó el diputado Enrique Urquidi a EL DEBER.

En tanto, una entrada folclórica en la población de Coripata el 15 de julio, fue el escenario para que un grupo numeroso de personas escenifique el asalto militar del 26 de junio. En la parodia, las personas se disfrazaron de militares, incluso adaptaron un vehículo como tanque de guerra y emularon al presidente Arce y a sus ministros como de la Presidencia y de Gobierno, entre otros, recitando en los micrófonos las frases que dijeron los protagonistas. La actuación fue recibida con risas del público.

Para el abogado y exmilitar, Omar Durán, quien también es defensa del general en retiro, José Ágreda, los sucesos del 26 de junio dista de ser un golpe de Estado. “Yo creo que fue un acto de indisciplina para presionar al presidente (Arce) para quedarse en su cargo (Zúñiga) y como no logró eso tal vez han querido tomar el mando del país, pero sin tener los medios necesarios de personal activo y leal a ellos (los comandantes), fue un acto fallido y de indisciplina de un grupo de militares de alto rango. Un golpe tiene otras características”, dijo.