24 de enero de 2021, 5:00 AM
24 de enero de 2021, 5:00 AM


De manera sorpresiva y unilateral, la alcaldesa Angélica Sosa dispuso la ampliación del horario de actividades a partir de mañana, 25 de enero. La circulación será desde las 4:00 de la madrugada hasta la medianoche. La decisión va en sentido contrario a lo que está ocurriendo con los contagios y, sobre todo, las muertes en Santa Cruz.

Hasta anoche, el departamento contaba 68.129 casos de coronavirus desde que comenzó la pandemia. De ese total, 54.797 son personas del municipio capitalino. Sobre la base de los reportes oficiales, Santa Cruz tiene 11.089 pacientes que están con Covid-19 confirmado en este momento; a esos se los llama pacientes activos y los que hay en esta región son más de un tercio del total nacional que da cuenta de 39.636 personas infectadas en la actualidad.

Veamos los decesos. El viernes 15 de enero se reportó la muerte de 12 personas. A partir de esa fecha, las víctimas mortales del virus no bajaron de esa cifra; es más, durante tres jornadas, los decesos llegaron a 15, incluida la de ayer. 

Dicen que un muerto es una tragedia y que muchos son estadísticas, aunque no debería ser así, especialmente para los timoneles de la vida y la salud del departamento. Empero, la alcaldesa asegura que es “baja la tasa de letalidad”. Cada una de las personas que no está, deja un vacío inmenso entre sus seres queridos, son pacientes que sufrieron por falta de aire y, en muchos casos, por falta de atención médica, porque lo que no ha considerado la edil interina es que las terapias intensivas están colapsadas y que hallar una cama con respirador es más un milagro que una posibilidad real en esta ciudad.

Por otro lado, llama la atención la ambivalencia con que se toman las medidas. Hace una semana se restringía el horario de circulación y además se prohibía la venta de bebidas alcohólicas en locales públicos. La última disposición amplía el tiempo de actividades hasta la medianoche y se vuelve a autorizar el consumo de bebidas “para uso social, no para abusos ni excesos”. ¿Quién lo puede garantizar?

El secretario departamental de Salud calificó de “irresponsable” la determinación, dejando ver que para tomarla no hubo consenso en el COED; es decir que la Alcaldía decidió a pesar de los pedidos de las autoridades departamentales de salud y sin mostrar aún cuál es la base científica sobre la que aprobaron las nuevas medidas más flexibles y permisivas. La alcaldesa interina pide que la población se cuide, que habrá que confiar en la gente, cuando está visto que abundan los irresponsables que no utilizan barbijo, que no hay distancia social y que cada quien hace lo que quiere, mientras el virus se va propagando sin límites.

También es cierto que más de 10 sectores económicos han presionado para la ampliación de horarios y para que no haya cuarentena rígida. Temen que se golpee más a las economías de sus empresas, a la generación de empleo y a la recuperación económica. Tienen sus razones, pero lo que la autoridad debería hacer es buscar una salida que equilibre el cuidado de la salud con el cuidado de la economía. Lo que se ve es que se flexibiliza las medidas, pero en contrapartida no hay propuesta para evitar las situaciones de riesgo de contagio; no hay mayores controles ni multas a los infractores; el trabajo comunitario se cumple poco y así vamos, indefensos ante el Covid.

Es en estos momentos cuando se ve a los grandes líderes manejando las situaciones difíciles y saliendo airosos de ellas, sin ceder a presiones, sin cálculos políticos y dejando a un lado los intereses de grupo en función del bien común. Eso es lo que merece Santa Cruz de la Sierra. Eso es lo que se espera de sus autoridades.

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