10 de septiembre de 2023, 4:00 AM
10 de septiembre de 2023, 4:00 AM


Las costumbres son formas de comportamiento particular que asume toda una comunidad y que la distinguen de otras comunidades.

Créanme que, aunque vivo lejos, no por mi voluntad, amanezco ansioso de saber qué pasa en mi pueblo y cada vez sufro más por las irracionalidades a la que nos van acostumbrando, todo forma parte de una guerra cultural que quieren ganárnosla para cambiarnos y al cambiar nuestra forma de ser, doblegarnos culturalmente.
No me acostumbro a declaraciones estúpidas de ministros sin que reciban ninguna sanción.

No me acostumbro a que el presidente Luis Arce fomente el enfrentamiento entre regiones y se jacte de haber derrotado a la región más importante del país, la que garantiza la seguridad alimentaria de todos.

No me acostumbro a que una pelea de sindicatos, que solo buscan las prebendas, tenga que paralizar el país y tener en zozobra a la población amenazando con bloquear las carreteras que son de uso público.

No me acostumbro a que la región productora de drogas del país sea la que marque la agenda política del Gobierno y de la oposición.

No me acostumbro a que desde el Estado se promuevan los bloqueos cuando su función constitucional es garantizar el libre tránsito de personas en todo el territorio nacional.

No me acostumbro a que las Fuerzas Armadas y la Policía nacional, que son las entidades encargadas de garantizar la seguridad del estado y de la ciudadanía, estén sometidas no a ley, sino a un proyecto político totalitario.

No me acostumbro a que algunos medios de comunicación o programas periodísticos defiendan lo indefendible, y no sean militantes de la defensa de la libertad de expresión, por encima de ser beneficiados con publicidad del Estado.

No me acostumbro a que el Gobierno, sabiendo que en Oruro se secó el lago Poopó, que las aguas del Titicaca están contaminándose y con un nivel bajo, que en Potosí se está racionando el agua, que Cochabamba tiene serios problemas de agua, insistan en dejar sin agua a Santa Cruz, vaciando las reservas de agua subterránea que tenemos en los acuíferos.

No me acostumbro a que destruyan nuestros ríos, bosques, acuíferos y parques nacionales.

No me acostumbro a que mi ciudad sea convertida en un mercado, cuando es un orgullo de toda Bolivia.

No me acostumbro a tener un Gobierno dictatorial con presos políticos, exiliados, perseguidos, amedrentados y que políticos opositores lo califiquen de democrático.

No me acostumbro a que crean que democracia es solo elecciones, cuando la democracia es libertad plena, alternabilidad en el poder, independencia de poderes y justicia para la gente.

No me acostumbro a tener opositores funcionales que solo piensan en ser candidatos y no constructores de un proyecto de poder que le dispute al MAS su eternización en el poder.

No se dan cuenta que al final todos terminarán presos, exiliados o castrados políticamente sometidos a un silencio humillante.

No me acostumbraré nunca a ver a mi pueblo someterse a la irracionalidad, porque creo que merecemos días mejores.

Tags