El agresor tiene 12 años, por lo que no puede ser procesado penalmente por lo que hizo. Un juzgador del menor deberá definir qué acciones se aplicarán contra el muchacho y su entorno familiar cercano

3 de marzo de 2020, 3:00 AM
3 de marzo de 2020, 3:00 AM

Tienen cinco años y se recupera en una cama del hospital de Niños Mario Ortiz, donde ingresó el martes de Carnaval. A su corta edad ya tuvo que soportar una cirugía para sanar las lesiones que le dejó una agresión sexual, cometida por un vecino de la casa donde vive junto a sus padres y hermanos.

El agresor de la pequeña es un adolescente de 12 años, que aprovechó que la mamá de la niña estaba durmiendo aquella tarde de Carnaval para sacar a la pequeña del cuarto y consumar el abuso en otro ambiente de la misma casa.

La niña, que en principio no le contó a su familia sobre lo sucedido y les dijo que la lesión que tenía en sus partes íntimas era producto de un golpe, al final detalló lo que realmente ocurrió. La noticia dejó en shock en la mamá de la niña y tuvo que ser auxiliada, en estado de inconciencia, hasta un centro médico donde la estabilizaron.

“Solo quiero que se haga justicia para mi hija, esto no puede quedar así”, repetía ayer en las afueras del hospital de Niños, mientras contaba ante los medios de comunicación el calvario que vive ahora, luego de confirmar que su niña fue abusada.

Para la madre de esta víctima de abuso sexual no hay explicación que valga cuando se pregunta, una y otra vez, por qué el adolescente que atacó a su hija no está detrás de las rejas.

“No puede ser que este muchacho quede libre, sigue caminando por la casa como si nada hubiera pasado”, relata la mujer, que luego de denunciar en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) lo que había ocurrido, ella esperaba que los agentes se llevaran enmanillado al agresor.

La Felcv luego de iniciar las pesquisas y constatar que el adolescente tiene 12 años y ante la ley no podía ser procesado por la vía penal, pusieron a conocimiento del Ministerio Público y de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia el caso, ya que a esta instancia policial no le correspondía abrir una investigación debido a la edad del infractor.

En las manos del juez

La responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, Rossy Valencia, explicó que el caso fue conocido por su repartición el mismo día en que se puso la denuncia de lo ocurrido.

“Nosotros como Defensoría ya tomamos conocimiento del caso y pusimos al juez de la niñez al tanto de lo sucedido”, precisó la autoridad municipal y dejó en claro que, por la edad, el adolescente agresor no puede ser privado de libertad.

Además, será el juzgador del menor que conozca el caso, el encargado de dictar las medidas socioeducativas o las terapias a las que se deben someter el agresor y su entorno familiar cercano.

“La justicia determinará que instancia se hará cargo del cumplimiento y la ejecución de las medidas socioeducativas que disponga”, apuntó Valencia y agregó que el juzgador o juzgadora que conozca el caso, deberá evaluar qué acciones son las más pertinentes aplicar, siempre velando por la protección de la víctima del ataque sexual.

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