Los opositores, en su mayoría médicos, pero también gremiales, transportistas, y dirigentes cívicos lograron reunir centenares de personas, la movilización más grande en mucho tiempo. Los masistas lanzaron frutas e hicieron detonar dinamita

22 de julio de 2022, 4:00 AM
22 de julio de 2022, 4:00 AM


Centenares de personas del sector salud, plataformas ciudadanas, transportistas y gremiales marcharon ayer en La Paz para exigir justicia, libertad y democracia; además, que se detenga la persecución política. Sin embargo, la movilización fue interceptada por simpatizantes del MAS y del Gobierno, que interrumpieron el recorrido utilizando piedras, petardos, tomates y dinamitas.

Ambos bandos estuvieron frente a frente. “Narcos, narcos de ...” gritaban los opositores. “Pitas, pitas de...”, respondían los oficialistas.

El momento de tensión hizo recordar la confrontación que se produjo en 2019, tras el fraude electoral y antes de la renuncia del expresidente Evo Morales y su salida del país. Lo llamativo fue que los efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) llegaron al lugar, al menos, media hora después de que comenzaron los disturbios y después de que se habían producido amagues de enfrentamientos entre los bandos.

La marcha de los opositores, la más numerosa que se pudo observar en mucho tiempo, partió del Hospital de Clínicas, en la zona de Miraflores. Los movilizados se desplazaron por la plaza Triangular hacia el puente de las Américas, que conecta directamente con la plaza Isabel la Católica. De ahí subieron por la avenida Arce. Los dirigentes habían anunciado una movilización pacífica.

Cuando pasaron por el frente del Ministerio de Gobierno no se detuvieron, ni lanzaron objeto alguno, ni siquiera hicieron alusión al ministro de esa cartera en sus cánticos.

Cuadras más arriba, otro grupo de afines al oficialismo se había congregado en el atrio de la UMSA y se apostaron en la esquina de las avenidas Arce y Montevideo para esperar a los movilizados.

La belicosidad de los masistas era evidente. “Lucho no estás solo”. “Los golpistas no pasarán”, eran algunos de los cánticos que eran acompañados por repetidas explosiones de petardos.

Los marchistas, encabezados por el Colegio Médico, desviaron hacia la Capitán Ravelo, a la altura de la plaza Bolivia. Los masistas corrieron hasta esa avenida y ahí quedaron frente a frente.

Tres policías, que estaban en motos, se interpusieron entre uno y otro bando. Ahí comenzaron los insultos. Los masistas lanzaron piedras que fueron devueltas por algunos jóvenes dirigentes del otro bando. Esta vez los oficialistas no usaron huevos; lanzaron tomates. 

Los petardos explotaban cada vez más cerca de los opositores, quienes también respondieron. Un chofer mostraba el vidrio trasero de su motorizado que había sido impactado por una piedra y buscaba resarcimiento.

Fueron momentos de mucha tensión. Hubo amagues de enfrentamiento aislados, pero no llegaron a las agresiones físicas. “Si vienen agarras lo que puedas para defenderte”, le decía una enfermera a otra.

Poco antes de la ‘triunfal’ llegada de la UTOP en un espectacular, aunque tardío despliegue y demostración de pericia en el manejo de las motos, se escuchó del lado de los masistas la detonación de dos cachorros de dinamita que estremecieron a todos. En ese momento, el presidente del Colegio Médico, Luis Larrea, pidió a los dirigentes el repliegue inmediato. 

“No vamos a llevar a nuestra gente al enfrentamiento, nos replegamos compañeros al Hospital de Clínicas. Esta es la demostración de que vivimos en dictadura”, solicitó Larrea. 

Wilfredo Anzoátegui, presidente del Colegio Médico cruceño, agradeció a Larrea por unir al pueblo. “Ya basta de tiranía, no queremos ser Cuba. Quieren callar a los médicos, luego a los transportistas, a los gremialistas y, al final, serán los medios”, dijo el médico.

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