Ahorro de las AFP para micronegocios
Pan y circo para el pueblo. Esta fórmula de hacer política, del siglo pasado, parece aún vigente en el contexto boliviano. Pero lo que estamos experimentando solo es circo, porque del pan parece haberse olvidado el actual Gobierno. El discurso del golpe de estado, con acciones concretas como la detención de exautoridades, es la telenovela que han puesto de moda en los noticieros de televisión. Sin embargo, no vemos con la misma vehemencia y objetivos claros un plan económico que nos de luces para que podamos salir lo más rápido posible de esta crisis económica.
Frente a la actual situación, producto de la pandemia, que ya ha generado una gran cantidad de desempleados, vemos a ciudadanos que se organizan tratando de realizar acciones que les permitan tener recursos económicos para pasar esta difícil coyuntura. Una de ellas es la devolución de parte de los aportes que los trabajadores bolivianos han ahorrado en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), medida que incluso ha sido parte de la oferta electoral del actual presidente boliviano, Luis Arce Catacora.
El Movimiento de Emergencia Nacional (MEN) se organizó para lograr que se devuelva parte de los aportes de las AFP a los aportantes del sistema de pensiones vigente. La medida no es novedosa. Chile, con un Gobierno de corte liberal, lo hizo en dos oportunidades y Perú ha seguido el mismo camino, solo por mencionar dos vecinos cercanos. Más allá de que varias voces tildaron la determinación como populista, la decisión generó alivio y brindó auxilio a la población beneficiaria para enfrentar esta crisis que tiene carácter global.
Según Yerko Orozco, presidente del MEN, los ciudadanos bolivianos que firmaron los libros de solicitud de devolución de parte de los aportes de las AFP, señalaron, en su mayoría, que con esos recursos económicos pondrían un pequeño negocio para ganarse la vida. Luego la motivación era el tema de salud, para curarse del Covid-19 o pagar cuentas pendientes por dicha enfermedad.
La primera respuesta coincide con el espíritu emprendedor del boliviano. Y es pertinente hacerse la pregunta ¿se activa la economía boliviana inyectando recursos económicos para el gasto o para la inversión? Los bonos otorgados el año pasado por la pandemia fueron destinados al gasto. ¿Por qué no apostar a que los recursos de las AFP puedan ser destinados a la inversión para la generación de micronegocios de los aportantes activos e inactivos?
Los aportantes totales a las AFP en Bolivia llegan a los 2,4 millones de personas. De este total, un millón ya no aporta activamente porque fueron despedidos de sus fuentes laborales y se estima que el resto sigue aportando al Sistema de Pensiones. Estamos hablando de 2,4 millones de familias bolivianas que en su mayoría podrían mover la economía más a largo plazo si destinaran esos recursos a inversión productiva y no al gasto. Además, desde el MEN hay una propuesta de prestar el 50% de los aportes a los beneficiarios del Sistema, con la garantía del 50% restante y un interés de 1% anual.
En su momento hubo la propuesta del Gobierno de Evo Morales de prestar el 10% de los recursos que administran los fondos de pensiones a empresas bolivianas sólidas para generar mayor movimiento económico en sus respectivas cadenas productivas, medida que estaba facultada por la ley vigente, pero que sin embargo fue abortada.
Consideramos que todos estamos de acuerdo en resguardar los recursos de la jubilación de los trabajadores bolivianos. Pero eso no impide que se exploren estas medidas. El Poder Ejecutivo ya envió un Proyecto de Ley a la Asamblea Legislativa Plurinacional, con la cual el MEN no está de acuerdo por las limitaciones, aspecto que podremos tratar en otro artículo. Lo concreto es que hasta el momento esta normativa se sigue dilatando.
Frente a esta dilación cabe preguntarnos si es que existe la disponibilidad de los recursos económicos para hacer rápidamente efectiva esta medida de devolución de aportes. Cuando entramos a ver la información de las AFP, la rentabilidad de los ahorros ha caído sostenidamente los últimos años. Por eso es fundamental que la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS) informe claramente, no solo sobre las administradoras de pensiones, sino sobre todas las empresas que reciben los ahorros de los bolivianos para su jubilación y en qué lo están invirtiendo, como es el caso de La Vitalicia, Seguros Provida y Provivienda. Eso nos dará la pauta para que los ciudadanos sepamos hasta dónde presionar para agilizar y garantizar una medida exitosa de devolución o préstamo de aportes de las AFP.
Necesitamos certezas y que se apliquen medidas económicas rápidas. Las demandas de los ciudadanos movilizados deben ser atendidas e implementadas ante la ausencia de acciones estratégicas en lo económico por el Gobierno; cuidando, en el caso de los fondos de pensiones, una jubilación digna para los trabajadores bolivianos.
De no ser así, la agenda económica seguirá definiéndose en las calles, con protestas, manifestaciones y bloqueos. ¿No será hora de cambiar esta lógica?
Gabriel Columba es Comunicador Social
