Vecinos y gremiales coincidieron en que esta parte de Santa Cruz de la Sierra es cada vez menos habitable debido a la delincuencia. Denuncian venta de drogas, de objetos robados, prostitución y casi nada de paz nocturna. Reclaman por ayuda

22 de agosto de 2021, 9:07 AM
22 de agosto de 2021, 9:07 AM

Si transitar las calles del centro cruceño es complicado, vivir ahí es heroico.

De día, la vorágine de las bocinas y los micros, la escasez de clientes en los locales comerciales, y la abundancia de letreros de “se alquila”. De noche, los decibeles de los boliches hasta las tres y cinco de la madrugada, los gritos de adolescentes amontonados, muchos sin barbijo, además de orina y vómito por los rincones con posibilidad de ser baños improvisados. En solo cuatro cuadras, EL DEBER contó una docena de locales nocturnos, varios sobre la calle Buenos Aires.

Hace tiempo que el centro de la ciudad agoniza, es un problema viejo que no encuentra soluciones nuevas, con la diferencia de quienes habitan la zona o todavía viven de ella, llegaron a su límite, o eso aseguran.

Los gremiales que se consideran legalmente establecidos tendrán audiencia en el Concejo Municipal este lunes 23 de agosto, a las 14:00; sin embargo, no tienen esperanza alguna en esta reunión. Ni bien salgan de ahí, exigirán al alcalde Jhonny Fernández que los atienda personalmente, caso contrario, aseguran que en cuestión de 48 horas bloquearán algunos puntos del centro, sobre todo donde existan oficinas municipales.

“En los 55 años del mercado los comerciantes de Los Pozos nunca hemos molestado, pero estamos cansados de las extorsiones, de la delincuencia, de los ambulantes, de las reuniones que de nada sirven, y si tenemos que denunciar a los funcionarios públicos por incumplimiento de deberes, también lo haremos”, dijo Luis Hernán Álvarez, presidente de la Asociación de Comercializadores de Carne al Detalle.

Mostrando un video, Álvarez denunció a los gendarmes municipales y supervisores por “saquear” las tiendas de los gremialistas. “Tenemos las pruebas, las mostramos hace como 20 días, cuando nos reunimos con los secretarios de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía y de la Gobernación, con la Policía, etc., y al día siguiente fueron los gendarmes a saquearnos; cuando reclamamos, no devolvieron ni la mitad de las cosas”, indicó.

El comerciante también lamentó las extorsiones a ellos, que son “legales”, que cumplen con requisitos, que pagan la factura de luz más cara, y que además pasan por una fuerte crisis.

“Antes vendíamos como 90 reses al día, hoy en el mejor de los casos llegamos a 45, y solo en los feriados alcanzamos las 60”, compartió.

Otro de los lamentos tiene que ver con el tráfico de los espacios en los mercados construidos en la gestión de Angélica Sosa. Según Álvarez, los ambulantes actualmente asentados en el céntrico mercado son personas que se beneficiaron con locales, pero que los vendieron y siguen en las calles.

También denunció el problema de las drogas y el aumento de la delincuencia en Los Pozos, con robos que afectan de manera especial a los menonitas, ya que no se defienden.

Marco Quiroga es un vecino de la calle Aroma, que terminó a los golpes con un ambulante. Dice que es una hazaña entrar o salir de su casa, que también está cansado de mandar cartas, hacer denuncias, reunirse con autoridades que escuchan, pero no solucionan.

“Sabemos que están recibiendo una Alcaldía con problemas, pero esto ya es cuna de malvivientes. Yo me he peleado, mi hermano y mi primo fueron agredidos por unos colombianos, y cuando los denunciamos amenazaron con que conocían nuestra casa y que nos iban a matar. Hay prostitución, sobre todo en la parte de El Arenal, es todos los días, también en calle la Suárez Arana existen varias chicherías que funcionan como restaurantes”, describió.

Una de las cosas que más incomoda a Quiroga es que los ladrones, cuando son atrapados, encuentran a muchos defensores. “Aparece gente diciendo que son menores, que son sus hermanos, etc., ellos conocen todos sus derechos, pero violan los nuestros. Además, cuando reclamamos a la Policía por qué no hacen algo definitivo con esta gente y con los extranjeros que delinquen, nos dicen que les cae la gente de Derechos Humanos”, cuestionó.


Hay locales nocturnos para todos los gustos, edades y bolsillos



Recorrido

Mientras que la Secretaría de Seguridad Ciudadana desarrollaba un operativo de control en discotecas y locales nocturnos por otras zonas. EL DEBER recorrió el corazón de Santa Cruz de la Sierra.

Ya desde las seis de la tarde hay un local juvenil abierto por la calle Murillo, con un letrero microscópico. Parece discreto, pero la puerta más grande está dentro del parqueo vecino, con su venta de pastillas al lado.

Ya en la Buenos Aires, los locales más vacíos ofrecen manillas a Bs 10, insisten en la compra, porque a partir de la medianoche, o de las tres de la mañana, se encarecen por el riesgo.

La sensación es Gatsbi, con una masiva población adolescente pidiendo entrar. El taxista estacionado en la puerta escuchó al equipo de EL DEBER preguntar a algunos de los jóvenes sobre los precios de las entradas y las razones para el bolleo, y en cuestión de segundos alertó al relacionador del local, que con sutileza dejó claro que ya adentro se cumple con todas las recomendaciones, como el aforo exigido por la Alcaldía.

Hay locales para todos los gustos, desde los que apuntan a un público maduro, otros a adolescentes, a población LGBTQI+, los más exclusivos y selectivos, y los accesibles a cualquier bolsillo.

Las intersecciones ya son propiedad de los vendedores de comida, y a las nueve de la noche el tráfico avanza a paso no recomendable para impacientes.

En Los Pozos, lugares de expendio de bebidas alcohólicas con apariencia de pensiones acogen a otro tipo de público, según uno de los vecinos, incluso a menores de edad que se prostituyen.

A medianoche, el parque El Arenal está lleno de ‘zombies’ y de mujeres solas en una zona considerada roja.

“Este punto es conocido por la venta de drogas y la prostitución todos los días del año”, dijo Guido Landívar, que forma parte de la Asociación de Propietarios del Centro de la Ciudad.

En la parte que se conoce como los cachivacheros, a medianoche los locales están abiertos, mientras que una camioneta de la Policía pasa por ahí. Según Quiroga, amanecen para recibir los objetos robados, que van desde marcos de puertas y ventanas hasta electrodomésticos. “Son delincuentes”, dijo.

Según Landívar, a uno de los vecinos que se atrevió a denunciar algunos puntos de venta de droga, al día siguiente de que la Policía hizo la batida, los expendedores fueron a su casa para “advertirle” que podría sucederle algo si continuaba hablando.

EL DEBER contactó a la comunicadora de la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana en busca de una respuesta, pero ni el secretario (Ariel Lino) ni el director (coronel Juan Carlos Ramos) de Seguridad Ciudadana contestaron.

Proyectos

Han sido varias las iniciativas de distintos sectores para revitalizar el centro de la ciudad, pero hasta la fecha no hay un trabajo realmente efectivo.

Una de las propuestas surgió de la propuesta llamada La Federal, otra de un grupo diverso que apuntó a que la calle Sucre se haga más peatonal, pero requería contraparte de la Alcaldía.

Los propietarios de viviendas hicieron su propio planteamiento, de convertir el centro histórico en un destino turístico que logre la reactivación.