Viene de Puesto Paz, población del municipio de Pailón, participó del simposio y concurso de escultura Design Week

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9 de noviembre de 2020, 16:53 PM
9 de noviembre de 2020, 16:53 PM

Amoñai Gabide (49) forma parte de una de las 100 familias que habitan Puesto Paz, comunidad ayorea en el municipio de Pailón (a 52 kilómetros al este de Santa Cruz de la Sierra). Participó en la novena versión del simposio y concurso de escultura Design Week. Su sueño es montar un taller de escultura en su pueblo y darle a su gente la oportunidad que él tuvo de crecer en el arte.

El evento, organizado por Casa Design Center y dirigido por Juan Bustillos, contó con la participación, además de Amoñai, de: Julio Flores (San Antonio de Lomerío), Francisco Moreno (San Javier), Sebastián Espinoza (Concepción), Erick Fajardo (San Miguel de Velasco) y Roy Ochoa (Santa Cruz de la Sierra). En esta ocasión la convocatoria estaba dirigida a talladores de la región chiquitana y culturas cercanas.

Junto a ellos, pero fuera de concurso, estuvo Juan Bustillos, León Saavedra y Noemí Oropeza, los que también realizaron el tallado de madera en vivo.

El paro cívico incomodó un tanto a Gabide, que tuvo que detener el ritmo con el que llevaba elaborando su escultura en madera de toco, una abuela ayorea que simboliza a la mujer tejedora de su comunidad.

Precisamente, son tejidos en garabatá, elaborados por esas mujeres, los que acompañarán la exposición de la obra de Gabide. Varios de ellos fueron hechos por su esposa y su hija.

Y es que la producción artesanal, así como el trabajo de diversos talladores, no es ajena en Puesto Paz. Gabide, su hermano y sus hijos dan continuidad a una tradición de hombres expertos que le aportan prestigio al tallado en madera en la región.

Amoñai, que ya ha participado en anteriores versiones del simposio, se ha capacitado en el Búho Blanco, la casa, taller y galería de Bustillos, que brinda el espacio a los nuevos valores, incluso con becas a muchos escultores locales y nacionales.

“Juan es un maestro, un gran profesional, que me ha enseñado muchas cosas acerca de la escultura, sobre todo nos recuerda que lo que hacemos no puede ser algo repetido, tenemos que buscar que la obra sea novedosa y que diga algo, que inspire a la gente, que muestre lo que hay en nuestros pueblos, en nuestras comunidades”, expresa Gabide.

“Amoñai es el ejemplo de la perseverancia y del buen trabajo que se puede encontrar en las comunidades. Esta experiencia del simposio permite encontrar talentos de este tipo y mostrarle a la gente que la escultura deja grandes cosas”, comenta el escultor Juan Bustillos.