La expresidenta no tomó la palabra durante la audiencia virtual. La defensa exige que el proceso se desarrolle de forma presencial. Hubo enfrentamientos entre los seguidores de Añez y los del MAS

11 de febrero de 2022, 4:00 AM
11 de febrero de 2022, 4:00 AM


Jeanine Áñez se conectó ayer a la sesión que iba a dar el inicio al juicio oral en su contra. Respondió al llamado de la lista por parte de la secretaria del Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción de La Paz. Molesta e incómoda, así se la vio a la exmandataria, que, con sus brazos cruzados la mayor parte de la audiencia, siguió la sesión.

 Por momentos dialogaba con su abogada Norka Cuéllar, quien la acompañó desde el penal de Miraflores en La Paz.
Mientras se instalaba la sesión, en las calles de La Paz, cerca al Palacio de Justicia de la sede de Gobierno, hubo enfrentamientos entre colectivos que rechazan el juicio a Áñez y simpatizantes del Movimiento Al Socialismo (MAS). La Policía tuvo que intervenir para que la situación llegue a extremos. 

Áñez estaba en un espacio de la cárcel de Miraflores. Detrás había una silla en la que a momentos era ocupada por una guardia policial, que la mayor parte del tiempo estaba parada. La expresidenta estaba con barbijo y una chamarra negra. Brazos cruzados y seria, así pasó casi toda la sesión virtual. 

No logró intervenir, solo habló el momento en que se llamó la lista de participantes de la audiencia. En la imagen se veía a Norka Cuéllar, una de sus abogadas. Dialogaba con la jurista, pero siempre expresando molestia. A momento la señal estaba perdida y protestaba por las participaciones de la parte demandante.

Alta tensión
Se registraron amagues de enfrentamiento en puertas de los juzgados de la ciudad de La Paz antes de que inicie la sesión de ayer. Personas que respaldaban a la exmandataria llegaron al juzgado defendiendo la inocencia de Áñez, mientras que otros grupos exigían que se le aplique la condena de 12 años por los supuestos delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes. 

“Es justicia, no es venganza”, gritaban los simpatizantes del oficialismo, en medio de un fuerte resguardo policial que separaba a dos bandos. “Masistas, maleantes, el pueblo no se olvida”, era la respuesta del otro sector.

Los grupos del MAS tenían pancartas pidiendo una pena para Áñez. Gritaban y había momentos en que se vivió un amague de enfrentamientos. Uno de los simpatizantes del oficialismo acusó a Áñez de ser la “autora intelectual” de los hechos de Senkata y Sacaba, donde hubo muertes en 2019.
“Lo que quiere este Gobierno de turno es callar la verdad, es lamentable que con esa concentración de gente se siga incentivando a la violencia. 

Nosotros hemos venido a manifestar de forma pacífica por mi madre y por todos los presos políticos y que el mundo entero sepa que el Gobierno nos amedrenta y nos quiere matar, la injusticia que se vive en Bolivia”, afirmó Carolina Ribera, hija de Áñez, quien estaba en el bando contrario a los masistas. 

En redes sociales se expuso la convocatoria a un “plantón por Jeanine Añez, apoyo a Carolina, José Armando y a los familiares de los presos y perseguidos políticos”, concentración convocada para ayer en la calle Colón de la sede de Gobierno. La Policía controló el momento y no pasó a mayores.

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