Literalmente, Chris Syler (36) lleva media vida dedicado a la música. Acaba de volver a sus orígenes con El corte, su nuevo disco de baladas

9 de enero de 2023, 4:00 AM
9 de enero de 2023, 4:00 AM

Literalmente, Chris Syler (36) lleva media vida dedicado a la música. Aunque el tema El doctoradocompuesto junto al reguetonero estadounidense Tony Dize, es el más popular de su carrera, ha grabado 10 discos y considera a Contigo siempre, de 2010, la “madre” de sus canciones, su favorita y la que lo llevó por el mundo.

El cantautor, que se caracteriza por ser “pesado con el lápiz” y también con el teclado, acaba de volver a sus orígenes con El corte, su nuevo disco de baladas, que, como el nombre dice, “corta los miedos, las opiniones”, y otras ataduras.

 ¿Cómo llega El corte?

El corte soy yo de pie de nuevo; nació por lo bonito que fue agarrar la guitarra de siempre y escribir por amor a escribir. También es un recordatorio de que soy bueno en esto, que puedo ser mucho mejor y que no tengo que obedecer a nadie sobre qué canciones lanzar y porqué. Al final es mi corazón y el de nadie más.

¿A eso se refiere el nombre?

Sí, es el corte de mis miedos, de las opiniones y de la mentira para reemplazarla por verdad.

¿Por qué baladas y por qué amor, como protagonistas?

Porque me permite profundidad para escribir y ser pesado en el lápiz. Trato de no ser cursi, pero sí profundo al componer.

 ¿Cómo respondió la gente?

Con este disco me fue mejor que con cualquier otro que haya sacado, y sin promocionarlo. Se siente bonito leer cartas de gente felicitándome por volver a ser yo.

¿Son letras propias?

El disco tiene 15 canciones escritas en 30 días.

¿A qué más le cantás?

No sé porqué me atrae escribir sobre la muerte. A algunas personas les parece tétrico, pero me intriga saber qué hay al otro lado. También hay muchas canciones que están disfrazadas de amor, pero hablan de otras cosas. Eso me lo reservo, solo yo y mi musa necesitamos saber eso.

 ¿Y qué deseás transmitir?

Quiero batir los sentimientos al borde de volverte loco, o hacerte sentir más vivo que nunca.

Ya tenías una carrera afuera, ¿por qué volviste a Bolivia?

Lucas, mi hijo. Antes de ser artista debés ser un buen hombre y para eso tenés que ser buen padre, y eso implica estar presente en la vida de tu hijo.

¿Fue una buena decisión?

En lo familiar excelente. En lo profesional me quitó muchísimo, mi proyecto ya había agarrado fuego en México, y eso se detuvo. Es muy difícil volver a alzar vuelo, pero va a volver a pasar.

¿Cómo ves tu carrera hoy?

No estoy satisfecho, nunca lo estuve ni lo estaré. Creo que ese es mi plus, siempre quiero ir por más. Soy como un pitbull con una pelota en frente; nunca es suficiente.

 Así de duro y exigente igual sos en las redes.

Digo de todo en las redes porque odio la gente débil, tibia o ligera, y no me refiero a lo físico, mental o sicológico; sino a la gente que está sana y apunta a otros como causa de sus limitaciones o problemas. Y es justamente por esto que no escondo mi molestia con la izquierda, porque depende de la envidia y el resentimiento de aquellos que no asumen la responsabilidad de su vida.

¿Con qué soñás?

Como músico, en escribir canciones hasta el día que muera y seguir siendo una fuente de bienestar para mis oyentes; como persona, en no cagarla y cada día dar lo mejor de mí desde las 6 am.

¿Un mensaje para el país?

No podría conseguir la unión de todos bolivianos, pero sí la de aquellos que quieran realmente convivir y dejar el resentimiento. Aquí hay morenos, blancos, descendientes de aimaras o de alemanes, pero somos bolivianos, sobre todo. La bandera tiene tres colores, y el futuro no es el pasado.