Arce mantiene subsidios y creación de empresas estatales, pese a la merma de ingresos

Lo que manda es modelo económico. Por eso desde 2006 el MAS apuesta por la demanda interna, el consumo y la creación de empresas estatales, a pesar de la merma de recursos.

Así en días pasados el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, informó que para esta gestión se destinará Bs 2.547 millones para proyectos de industrialización, de ese monto se prevé usar Bs 668 millones para la creación de nuevas empresas estatales. La idea es contar con 50 industrias manejadas por el Estado, precisó Huanca.

En este sentido también seguirá vigente el subsidio de los combustibles, alimentos (maíz, harina de trigo, carnes y lácteos) y de la electricidad que en 2022 le significó un gasto al Estado de unos $us 1.700 millones, cuando se había calculado en el Presupuesto General del Estado (PGE) a fines de 2021 destinar no mas de un 50% del monto indicado.

En este punto Jorge Richter, a fines de 2022, explicó que el esquema de subsidios en las tarifas de los hidrocarburos, alimentos y electricidad en el país, permite tener a la población precios justos y abastecimiento debido, de modo que no sufra el impacto mundial.

Richter detalló que en cifras redondas el Estado compra el quintal de harina en Bs 100 y lo vende a Bs 50, esto responde al Modelo Económico, Social Comunitario, Productivo (MESCP), que tiene un concepto estructuralmente social y que busca colaborar a mejorar las capacidades competitivas del sector empresarial, remarcó el vocero presidencial.

Sin embargo, de acuerdo con los analistas consultados este modelo gasta más de lo que tiene. Pues, desde 2015 arrastra un déficit fiscal (más gastos y menos ingresos) que en 2022 fue de un 7,2% (unos $us 3.000 millones).

Es Jaime Dunn, analista económico, el que puntualizó que el modelo económico de la administración de Luis Arce se apoya en el gasto y el mercado interno y mira de reojo la inversión privada y a las exportaciones.
Dunn subrayó que no es novedad que el Ejecutivo siga creando empresas estatales y que ante la objeción de que la mayoría de las veces son deficitarias, el Gobierno contesta que eso no es lo principal, sino lo que importa es que se crean puestos de trabajo observó Dunn.

¿Y cómo financiar estos anuncios?

El economista, Germán Molina, indicó que este modelo se mantiene con deuda. Así en 2022 la misma llegó a los $us 33.000 millones y cuando se le consultó si esto es sostenible, el analista indicó esta situación no es sostenible en el tiempo si es que el Estado no diversifica sus ingresos.

Molina indicó que la merma de las divisas de la reservas que se ubican en $us 620 millones, las más bajas de los últimos 20 años, es una señal de que el gasto tienen un límite y más cuando en la gestión pasada para seguir manteniendo la subvención de los combustibles, de algunos alimentos y de la tarifa eléctrica para un sector de la población, se tuvo que destinar $us 1.700 millones.

“La presión es alta. No alcanza con bajar el déficit fiscal a un 7,2%. El hueco financiero es de unos $us 3.000 millones. Una cifra que debe llevar a la reflexión”, precisó Molina.

Para Dunn el llamado a la realidad es el porcentaje de la ejecución de la inversión pública durante el año pasado que llegó al 47,6%, lo que representa $us 2.634 millones de los $us 5.015 millones planificados para esa gestión.
“Como se ve hay una selección del gasto. Se elije en que se va a invertir y eso pasa porque no se tiene el dinero suficiente para cumplir con los anuncios políticos”, cuestionó Dunn.

Al respecto, el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, hizo otra lectura. Pues focalizó su análisis en los $us 2.634 millones, de los cuales el Gobierno central ejecutó $us 2.015 millones, es decir un 76%.

​