La Cámara Nacional de Industrias (CNI) planteó una alianza privada al Gobierno. El presidente destacó baja inflación, pero no habló de la caída de las reservas

9 de noviembre de 2022, 4:00 AM
9 de noviembre de 2022, 4:00 AM


El presidente Luis Arce Catacora presentó ayer una miscelánea de datos sobre la economía en el mensaje por la celebración de su segundo año de gestión. Los números vertidos por la autoridad dibujaron un país que se recupera y crece en un ambiente en donde la crisis global golpea a las economías más grandes del planeta. Una inflación baja, caída del desempleo, reducción del déficit y una mejor renta petrolera fueron los puntos que destacó. También expuso la dificultad que tiene el Estado para conseguir financiamiento en el exterior. Pese a ello, dijo que el modelo económico está dando resultados y que Bolivia “está yendo por el camino correcto”.

No obstante, especialistas y algunos sectores observaron que el Jefe de Estado no incluya ni hable sobre el sector empresarial, la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) y la pérdida de la calidad del empleo a raíz de la informalidad.
En su mensaje -que duró más de dos horas- Arce hizo hincapié en sus logros macroeconómicos que, según él, son destacados incluso en el plano internacional y son objeto de estudio.

Destacó, por ejemplo, la baja inflación. A septiembre de este año este indicador llegaba al 1,76% que, según la autoridad es un nivel “bajo y estable” y fundamental en el tránsito hacia la reconstrucción de la economía.

“A septiembre de 2022, en un contexto de presiones inflacionarias de origen externo, Bolivia se posiciona como la economía con la menor inflación de la región y una de las más bajas a escala mundial (al alcanzar el 1,76%)”, afirmó el mandatario ante la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Es más, sostuvo que otros países reportan inflaciones elevadas como Chile, que acumuló una tasa del 10,8%, Colombia que registró un 10%, Uruguay que llegó al 8,7%, Paraguay que obtuvo el 10% y Perú que reportó casi un 7%.

“Mantener un nivel de inflación bajo y estable es fundamental en el tránsito hacia la reconstrucción de la economía boliviana y hacia el proceso de industrialización con sustitución de importaciones”, aseveró.

Según el presidente, los bajos niveles de inflación se deben a la aplicación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), mediante el cual el Estado tiene un rol importante en el proceso de producción y redistribución de ingresos.
“El Gobierno apoya al sector agropecuario para aumentar la producción y la productividad, y este sector responde con mayor oferta y, por tanto, con mayor abastecimiento de alimentos en el mercado interno”, señaló.

El mandatario destacó también la reducción de las asimetrías sociales. Sostuvo que la política de redistribución de los ingresos redujo la pobreza y la desigualdad, lo cual “está siendo ponderado por la comunidad internacional”.
Por ejemplo, dijo que, en 2021, el crecimiento económico del país fue del 6,1%; asimismo, al segundo trimestre del presente año, este indicador es del 4,1%.

Resultado de ello, “gracias al modelo estatal, en 2021 la pobreza moderada fue del 36,3% y la pobreza extrema del 11,1%, siendo los registros más bajos en Bolivia desde 2005”. De la misma manera, en 2021 la desigualdad, medida por el índice de Gini, fue de 0,42 puntos porcentuales (pp). Mencionó en ocho oportunidades que las cifras positivas correspondían al modelo económico que él elaboró en la primera gestión del gobierno del MAS.
Sobre los ingresos vaticinó que, para este año, la renta petrolera llegará a $us 2.970 millones. 

Asimismo, mencionó la disminución del déficit fiscal con respecto a similar periodo de 2021 en un -1,4%, lo que deriva en un superávit del 2,3% y admitió un mayor gasto, pero justificó que se debía a la pandemia por Covid y a la inversión pública para “reconstruir la economía.

Sin embargo, en su discurso Arce evitó mencionar la cifra de inversión pública (que este año es menor a noviembre con respecto a 2021), tampoco habló de la deuda pública interna; la caída de las reservas internacionales, la exportación de electricidad -tomando en cuenta que Bolivita tiene capacidad ociosa instalada- los arbitrajes internacionales y la exportación de productos no tradicionales, que en 2021 reportaron ingresos a Bolivia por $us 2.700 millones. En momentos en que su Gobierno ha vetado la venta de carne bovina y azúcar.
Concentró su mensaje durante varios minutos a destacar la exportación de minerales y la inversión en ese sector.

Ignora al empresariado

Desde la Cámara Nacional de Industrias (CNI) observaron que en su intervención el mandatario no hizo mención al rol fundamental de las industrias y el sector privado, que es el principal generador de empleos. 

Pablo Camacho, titular de la CNI, dijo que es necesario hablar de la conformación de empresas mixtas y que desde el Estado se busque la complementariedad con el sector empresarial. “Se debe hablar de Sociedades Anónimas Mixtas, de alianzas público-privadas. Es vital que hablamos de un trabajo coordinado con los (empresarios) . Acá hay que ser claros: no hay Estado sin empresarios y no hay empresarios sin Estado”, señaló. 

Para el industrial es necesario comenzar a trabajar en generar exportaciones “con mayor valor agregado”. Insistió que incorporando a un sector clave como el empresario los resultados económicos serán mejores.

“Hoy el mundo ha cambiado y en función a eso también debe cambiar Bolivia. Precisamos mejores propuestas para lo que es la demanda interna”.
El líder empresarial considera que el sector tiene toda la predisposición. “Los que sabemos crear empleos formales somos los industriales”, afirmó.

Desde que asumió la presidencia Luis Arce, exministro de Economía en el gobierno de Evo Morales, no ha tenido un acercamiento con el sector empresarial boliviano, que en reiteradas oportunidades le pidió una mayor coordinación. 

Desde la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) indicaron que no se pronunciarían sobre el mensaje del presidente. La misma postura tuvo la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB). También se llamó a los máximos dirigentes de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), pero no contestaron.

Isidoro Barrientos, presidente la Cámara de los Pequeños Productores del Oriente (Cappo), explicó que no escuchó el mensaje presidencial y que no podía dar un comentario al respecto. 

A su vez, el titular de los Empresarios Privados de La Paz, Jaime Ascarrunz, sostuvo que en términos generales “los números son positivos, se ha visto que se ha superado (la economía), después del 2020, el tema de la pandemia, que ha sido muy álgido para la economía y lógicamente el 2021 han mejorado los números”.

“Las cifras que nos ha mostrado ahora el Presidente con respecto al 2022, también, son adecuadas y se ve que estamos yendo para adelante”, destacó.
El economista, Germán Molina cree que el mensaje de Arce no tuvo un hilo conductor que haga más entendible su informe, el cual, según el especialista, estaba cargado de números y cifras fue más dirigido a especialistas que a la población.

Molina dijo que las cifras expuestas no fueron completas porque no habló sobre lo que está sucediendo con las Reservas Internacionales Netas (RIN) “que están cayendo estrepitosamente” o sobre el endeudamiento.

“Además, su gabinete aprobó un decreto prohibiendo la exportación de productos de Santa Cruz, que luego levantó (en el caso de la soya) pero sigue vigente en productos como el azúcar y la carne”, cuestionó el especialista.

Para el economista Jaime Dunn, la lectura de las cifras, que no reflejan la realidad de la economía boliviana, la pudo hacer un viceministro y no el presidente del país que ante un escenario de conflicto tenía la gran oportunidad de enviar un mensaje de conciliación y realizar una orden política para que el censo se realice en 2023.