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28 de enero de 2022, 4:00 AM
28 de enero de 2022, 4:00 AM

Por Verónica Aguilera Salazar, diputada por Santa Cruz

Las reuniones, presiones y pugnas internas entre Luis, David y Evo nos traen a la memoria a la temible Hidra de Lerna, el monstruo del inframundo de la mitología griega que tenía 3 cabezas. Arce, en teoría presidente, nombró a sus ministros (algunos impuestos), comparte el Ejecutivo con Choquehuanca, quien pretende aislarse de las malas decisiones que se toman en gabinete, no apoya políticamente a Arce “por eso no se los ve juntos”; sin embargo, le marca el paso “político” porque en la “torta del poder” si Lucho puso al ministro, los viceministros los pone David, y así viceversa, entonces existe una corresponsabilidad en la administración del Estado, de la que el vicepresidente no puede salir “poluto”.

En toda organización política existen las alas y corrientes para identificar a los seguidores; en los 90, cuando en el MNR surgió la corriente de Sánchez de Lozada, solía escucharse “yo no soy emenerrista, soy Gonista”; en el MIR, entre Chelelistas y Fufistas en referencia a ‘Chelelo’ Áñez y ‘Fufi’ Saavedra, lo propio con los adenistas, Banzeristas y Tutistas, esta división también llegó al “masismo”, quienes volvieron al Gobierno con la “complicidad” de quienes ejercieron el pésimo y corrupto Gobierno de “transición” y el voto duro del occidente del país.

Luis Arce, semanas atrás manifestó a los cocaleros de Chapare que no realizaría ningún cambio al gabinete, no extraña que se dirija a un solo sector, obviando deliberadamente al resto de los bolivianos como si fuera presidente del sindicalismo-corporativo afín al MAS y su jefazo, esto quedó confirmado el 22 de enero pasado. El MAS-IPSP, también llamado “instrumento político”, ya no es el mismo después de 2019, antes, en el periodo 2006-2019 la única voz oficial era Evo, nadie podía contradecirle o poner en duda sus opiniones, acciones y hasta sus chistes “groseros” hacia las mujeres, todos reían, disfrutaban y aplaudían estas sandeces; actualmente están divididos en tres “corrientes” 1) Arce y sus buscapegas, 2) Choquehuanca y el Pacto de Unidad y 3) Evo y la vieja guardia, que pretenden retornar para “poner orden” según sus propias palabras.

El exjefazo Evo, la tercera cabeza del Gobierno a quien muchos ya no respetan, no infunde temor a sus partidarios, el diputado Cuéllar del ala “renovadora” cercano a Choquehuanca y al Pacto de Unidad lo cuestiona y ha vetado a sus excolaboradores: “No serán ni porteros”; Freddy Bobarin, exviceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental “cuota de David” quien le marcó el paso a la ministra de la Presidencia, tratando de conservar la “pega”, atacó de frente al jefazo, el “pichón político” tuvo el valor para decirle “desmesurado y soberbio” y que lo que ocurrió el 2019 fue su culpa, poniendo en duda la teoría del “golpe”, todo esto fue publicado en el medio de prensa del propio Ministerio de la Presidencia, le valió su destitución, aunque hace 2 meses fue denunciado de la venta de cargos en dicho Ministerio; lo raro es que el ministro de Justicia y “transparencia” institucional no inició una investigación al respecto, confirmando que en algunas esferas de gobierno aplican la ley del “embudo” para determinada categoría de militantes o funcionarios fusibles. Bobarin dijo que tenía la bendición del autodenominado “descendiente de los incas”, ¿pero esta vendrá casada con un manto de impunidad?

El MAS y su Hidra de Lerna exigen cambio de ministros para ocupar espacios de poder “cargos y pegas”, que no llegan a los puestos para ejercer de “servidores públicos” sino para servirse del poder, pues han demostrado ser altamente corruptibles. La presión tiene en incertidumbre no solo al MAS y los sectores sociales de los cuales se nutre políticamente, sino también al grueso de la población; los opositores “no tenemos vela en el entierro” porque el cambio de ministros es una atribución exclusiva de Luis Arce y en la ALP y el instituto legislativo de la “censura” no funciona por la mayoría masista en el Parlamento.

El pueblo abriga una esperanza el cambio en el gabinete, los ministros “técnicos” de Lucho no han generado soluciones a los problemas de su competencia, Lima en Justicia prometió un cambio de la CPE nombrando notables de vigencia, fue efímera, dicen que tiene “fama” de buen abogado y el exmagistrado no ha presentado ningún proyecto de Ley para mejorar la grave crisis institucional del sistema judicial, además de no cumplir su compromiso de encarcelar a todos los “pitas”, Del Castillo en Gobierno, el chico malo que sirve para los fines de la venganza política del MAS maneja a su capricho a jueces y fiscales judicializando la política y la persecución a los opositores, Villavivencio en Minería, quien designó con Arce a la MAE de la AJAM sin que cumpla los requisitos del Art. 43 de la Ley 535, nombramiento ilegal que abre la puerta para un “juicio de responsabilidades” a Lucho, en consecuencia, estaríamos visualizando de una “posible” sucesión constitucional que podría terminar con David de presidente; Auza en Salud, existe un pésimo manejo de la pandemia, además olvida los otros problemas de salud de la población; Educación con graves denuncias de corrupción al exministro, sin un plan serio y responsable para las clases escolares a dos años de la pandemia deberían tener un plan alternativo para la formación de los estudiantes y así podemos seguir con todos los incapaces que dicen colaborar al presidente, pues no se nota que hagan buen trabajo.

El griego Heracles fue quien dio muerte al monstruo de 3 cabezas, y la tragedia del pueblo boliviano tendrá que esperar las elecciones de 2024 para dar muerte “política” a la “moderna” Hidra de Lerna, muy bien representadas por Luis, David y Evo.

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