Las empresas tecnológicas nacidas en América Latina se han multiplicado en tamaño y representan un poderoso motor para acelerar el crecimiento y la transformación

11 de mayo de 2021, 11:52 AM
11 de mayo de 2021, 11:52 AM

Según el último informe Tecnolatinas realizado por la consultora Surfing Tsunamis con el BID-Lab, las empresas tecnológicas nacidas en América Latina se han multiplicado en tamaño y representan un poderoso motor para acelerar el crecimiento y la transformación en la región. 

“De ellas, 1.005 ya levantaron más de $us 1 millón y valen más de $us 5 millones. En conjunto, hoy valen $us 221.000 millones, generaron casi un cuarto de millón de empleos directos y fuentes de ingreso para otros cientos de miles de personas”, menciona el reporte, citado en América Economía.

El informe también refleja que el valor del ecosistema se multiplicó más de 30 veces en la última década, pasando de $us 7.000 millones a los $us 221.000 millones, mientras que las empresas tradicionales vieron su valor caer en $us 489.000 millones. El venture capital (VC) regional se multiplicó decenas de veces. El ecosistema ya es potente, pero la revolución recién comienza y el potencial es enorme. En la próxima década el ecosistema puede valer más de $us 2 billones y generar más de $us 30.000 millones al año de inversiones.

El epicentro de la revolución es Brasil, que representa la mitad de los startups y del capital invertido. Fuera de este país, Argentina se destaca tanto por el valor creado por sus startups (45% del valor de toda la región) como por la cantidad de empresas que valen más de $us 1.000 millones”, explica Ignacio Peña, autor del informe y fundador de la consultora en innovación Surfing Tsunamis. 

Veneta Andonova, experta en estrategia empresarial en contextos emergentes y decana de la Facultad de Administración de la colombiana Universidad de los Andes, destaca que la industria tecnológica es global y depende de ideas, talento y educación; no del funcionamiento de entes políticos.

“Esto representa una ventaja para los países emergentes como Argentina. Muchos proyectos que se basan en tecnologías digitales tienen mayor resiliencia ante las carencias institucionales. Además, los fondos de inversión de riesgo que tienen interés en emprendimientos tecnológicos tienen una tolerancia al riesgo y apuestan a crecimientos muy acelerados para la recuperación de su inversión. 

En este sentido, el interés entre los inversionistas en proyectos digitales y tecnológicos en Argentina no es sorprendente, ya que es un país que tiene un excelente pool de talento técnico”, afirmó Andonova. Otro punto fundamental a tener en cuenta, según la decana, es que en Argentina nacieron los primeros unicornios de América Latina y esto puso al país en el mapa de los inversionistas de riesgo. “Esto creó un círculo virtuoso que inspiró a otros emprendedores a lanzar negocios digitales y escalables a escala regional. Se forjó una comunidad de emprendedores muy astutos y pensaron su negocio a gran escala desde el primer día, construyendo su propuesta de valor en el talento local”, enfatizó.

Hernán Kazah, cofundador de Kaszek Ventures, una de las mayores firmas de capital de riesgo en etapas tempranas de América Latina, afirma que en Argentina hay muy buenos emprendedores y sobre todo programadores. “No es casualidad que empresas como Mercado Libre, Globant, OLX, Despegar y Auth0, por ejemplo, hayan salido de este país”, sostuvo.

¿Y el ecosistema boliviano?

En Bolivia, el cofundador de tuGerente, Javier Román, señala que no existe ningún fondo de inversión en startups y que hay muy pocos ‘business angels’ y empresas invirtiendo en startup. “Si buscamos desarrollar las startups, y por lo tanto la innovación, la competitividad y la mejora de la vida de los ciudadanos de Bolivia, debemos invertir en startups de Bolivia. Lo hacen en Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, México. En el momento que comiencen a haber montos considerables de inversión en Bolivia, comenzaremos a tener startups cada vez más grandes y exitosas”, reflexionó.

Sin embargo, dijo que las startups pueden ser muy exitosas sin llegar a ser unicornios. Afirmó que si una startup crece y es adquirida por $us 500 millones, nadie dirá que ha sido un fracaso, todo lo contrario, sería el más grande éxito desde el punto de vista financiero. Y, sin embargo, esa startup no ha llegado a una valuación de $us 1 billón (lo que lo convierte en unicornio)”, exclamó Román.

Tal cual menciona el artículo, a decir de Viviana Angulo, experta en emprendimiento, jefa de Mapeo de Solucione PNUD y fundadora de Pista 8, los ecosistemas proveen los insumos para construir propuestas de valor emprendedoras y son el primer campo de prueba en el cual pueden pivotear los estímulos de cada contexto. Al igual que muchos otros países con ecosistemas incipientes y con retos coyunturales diversos tienen el potencial de proyectar emprendimientos altamente resilientes.

En Bolivia tenemos un ecosistema en una fase en la cual la inversión en emprendimiento o venture capital, es el ingrediente que falta y que puede acelerar los procesos hacia una dinamización de emprendimientos escalables capaces de atraer y generar conocimiento y también inversión inteligente”, exclamó Angulo.