24 de enero de 2022, 4:00 AM
24 de enero de 2022, 4:00 AM

Luego de las palabras del presidente Arce sobre la presencia de nuevos militares del proceso de cambio que renacen con el socialismo, se infiere que quienes forman parte de ese grupo de falsos patriotas es gente sin escrúpulos y sin condiciones profesionales mucho menos principios morales; por lo tanto no hay duda de que ésta oligarquía política que dirige el país, está en franca escases de capital humano, porque no tienen más que escoger, como si les hubiera llegado la “peste negra”.

La ratificación de ascensos de gente sin calidad, sin principios, y sin honor (salvo pocas excepciones), son útiles para los propósitos del MAS. La resolución camaral de ascensos fue producto de un contubernio entre los representantes de los órganos ejecutivo y legislativo con el actual comando en jefe de las FFAA, quienes han preparado las listas de ascensos a generales y almirantes a espaldas de la legalidad favorecidos por el “atraso” y la “ingenuidad” de asambleístas de oposición, hecho que probablemente sea parte de una promiscuidad política y de convivencia entre algunos opositores con oficialistas.

La resolución de la Cámara de Senadores castiga a los militares institucionalistas y premia a serviles sin moral ni honor militar, por los siguientes aspectos: 1. La asamblea legislativa mantuvo los ascensos congelados durante dos años. 2. Determinó la preclusión de los ascensos de las promociones 1987 y 1988 haciéndolos pasar de largo. 3. Se ratificó el ascenso de las promociones 1989 y 1990, de los cuales, ocho jefes son incluidos ilegalmente a la lista, eliminando a otro tanto para crear las vacancias. 4. A tres jefes militares prácticamente “premian” con grados de manera inmediata, beneficiando a dos coroneles, a un general y a un capitán de navío mediante el ascenso “por necesidades del servicio” es decir, que los ascienden primero a generales de brigada, luego a división y por último a generales de fuerza. 5. A otro general de la FAB, después de haber estado en la reserva activa, lo reincorporan a un cargo que no le compete y también lo ascienden a general de división y, al mismo tiempo, lo saltan a general de fuerza. Aclarando que por necesidades se puede ascender a un grado inmediato superior sin reunir requisitos de antigüedad para jerarquizar el cargo, pero no está reglamentado saltar a dos y tres grados superiores, como lo hicieron los senadores. 7. Por último, son cinco los jefes militares denominados patriotas, “premiados” por su alto compromiso político sin reunir los requisitos.

Esta ilegalidad, acarreará inseguridad, rabia e indisciplina al interior de las FFAA porque perderán la confianza y el incentivo por una carrera militar, es por eso que un general no solo debe ser estratega para conducir y definir lo que pretende hacer con las FFAA. sino tener un fuero interno que inspire confianza a sus subordinados.