Más del 50% de las familias tiene problemas para acceder a una casa propia. Desde el 2014 más de 90.000 hogares lograron adquirir un inmueble. Analistas ven poco avance y el Gobierno anuncia más beneficios

27 de febrero de 2022, 4:00 AM
27 de febrero de 2022, 4:00 AM


El crédito de vivienda social no logró reducir el déficit habitacional en Bolivia. Desde 2014, a través de la Ley de Servicios Financieros, el Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) impulsó la otorgación de préstamos para que las personas puedan acceder a la compra de una vivienda. No obstante, en ocho años solo 90.279 familias lograron tener acceso a una vivienda.
Especialistas consultados por EL DEBER señalaron que la medida impulsada por la administración de Evo Morales y continuada en la actual gestión del presidente, Luis Arce Catacora no ayudó a solucionar un problema crónico.
Una encuesta de hogares realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2019 revela que hasta un 51% de las familias tiene déficit habitacional tanto cualitativo como cuantitativo. En cifras más concretas, este porcentaje se traduce en 3,4 millones de familias bolivianas.

El déficit habitacional cualitativo se refiere a la calidad de los materiales de construcción recuperables en pisos, paredes y techos, la calidad de habitabilidad medida por hacinamiento y cuarto exclusivo para cocinar, así como la calidad de los servicios básicos, agua, energía y servicio sanitario.
Mientras que el déficit cuantitativo hace referencia a las unidades de vivienda que hacen falta construir para reponer las que están en condiciones irrecuperables por la calidad de materiales en pisos, paredes y techos y la suma de allegamiento, que demandan una vivienda propia.

Pero el Ministerio de Economía -en base a datos del INE- explicó que en 2013 el déficit habitacional cuantitativo era de un 5,63%; en 2019 (información disponible a la fecha), dicho porcentaje se redujo al 1,53%.
“Por tanto, se evidencia que las políticas implementadas, están permitiendo cumplir con los objetivos del Gobierno de beneficiar a las familias bolivianas, otorgando condiciones adecuadas de acceso a un préstamo de vivienda, logrando de esta manera reducir el déficit habitacional”, indicaron desde esa cartera de Estado.

Pros y contras

El especialista en finanzas, Jaime Dunn, explicó que cuando el Gobierno del expresidente Morales aprobó el nuevo marco regulatorio de los bancos se establecieron tasas reguladas para el segmento de vivienda y productivo.
Según la norma, la tasa de interés para crédito de vivienda de interés social fue fijada en el rango del 5,5% y 6,5%, y se determina en función del valor comercial de la vivienda, definida por un perito profesional. Mientras que para el sector productivo se establecieron tasas que van del 6% hasta el 11%. 

Para Dunn la medida implementada hizo que varias familias puedan acceder a una vivienda de forma más práctica que los programas habitacionales establecidos años antes en el país como el desaparecido Fondo Nacional de Vivienda Social (Fonvis) que, según él, fueron un fracaso.
“El hecho de tener las tasas reguladas y fijas hizo que se acceda más fácilmente a un crédito de vivienda. Pero estas políticas a largo plazo hacen que la rentabilidad de la banca sea baja”, sostuvo.

En este contexto, dijo que “el abaratamiento del crédito a la larga puede generar deterioros en el sistema financiero” porque una tasa baja no refleja el riesgo real de los préstamos.

Además, el especialista reparó en que si bien estas medidas ayudaron a los prestatarios no solucionan los problemas de acceso a la vivienda que existen en Bolivia. “Debería existir un sistema de créditos de vivienda social atado más a las necesidades del mercado, para que exista un estímulo para prestar creando incentivos”, afirmó Dunn.

Por ejemplo, dijo que en otros países se incentiva al sector privado, incluyendo el sistema financiero y constructoras, para facilitar el acceso a la vivienda sin usar mecanismos de coerción como los que existen en el país.
El presidente del Colegio de Economistas de Bolivia, Jorge Akamine, señaló que la crisis económica que trajo la pandemia frenó el avance en la otorgación de créditos de vivienda. Nos obstante, afirmó que a pesar del incentivo que tuvo por parte del Gobierno aún no llegó a cubrir el déficit habitacional que existe.
Esto incluso hizo que desde el Estado se crearan fondos de garantía para algunas personas que no contaban con una cuota inicial para poder lograr financiamiento al comprar una vivienda. 

Bajo estas circunstancias, recientemente el Gobierno del presidente Arce -mediante un decreto supremo- dispuso que los bancos destinen el 6% de sus utilidades para crear un fondo de garantía y que así los clientes puedan acceder a préstamos de vivienda de interés social con el 100% de financiamiento.
“Los fondos de garantía son un avance importante. Porque hay que ser sinceros no todos tienen el acceso a un crédito de vivienda por falta de cuota inicial”, explicó el economista.

Para Akamine es necesario mejorar las condiciones para que las personas puedan acceder a un crédito y mantener las tasas bajas.
El esfuerzo emprendido por la administración del MAS choca con una dura realidad, según el economista Napoleón Pacheco. Precisó que al tener un 80% de su economía en la informalidad pocas son las familias que pueden acceder a un préstamo de vivienda con interés social. Esto debido a que
no cumplen los requisitos que piden los bancos. Para el experto, es necesario fomentar el crédito en estos sectores. “El sector informal se caracteriza por ingresos precarios, generalmente ganan del día, para poder comer y pagar algo más. Entonces, es muy difícil que el grueso de la población que trabaja, pueda acceder a un crédito social en esas condiciones”, dijo.

Agregó que el crédito de vivienda con interés social es una medida incompleta y que “para tener un alcance real se debería tomar en cuenta la realidad del 80% de las personas que trabaja en el sector informal. Todo lo demás es solo un parche”.

Arce celebra cifras

Pese a los cuestionamientos, el Gobierno resaltó los avances logrados en la otorgación de créditos. Mediante sus redes sociales, el presidente Luis Arce Catacora resaltó la cantidad de familias beneficiadas con los préstamos.
“La reconstrucción de nuestra Patria requiere que estemos en sintonía con el sentir de las familias bolivianas. Sabemos lo que es vivir como inquilinos; por eso, creamos el Crédito de Vivienda de Interés Social. Son más de 89 mil familias que compraron su casa con este mecanismo”, publicó en su cuenta en Facebook.

A inicios de este mes, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, informó que el número de familias beneficiadas con el crédito de vivienda de interés social, con tasas reguladas, se incrementó de 84.040 en 2020 a 89.933 en 2021, lo que significa un crecimiento del 7%.

De acuerdo a datos de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), hasta el mes de enero el crédito de Vivienda con Interés Social llegó a los Bs 29.221 millones. Estos recursos llegaron a 90.279 familias, según el reporte. El 39,5% de estos recursos fue canalizado hacia clientes financieros de Santa Cruz.

Recientemente, el Gobierno aprobó del Decreto Supremo (DS) 4666, que establece que los bancos múltiples y pyme destinen el 6% de sus utilidades netas de la gestión 2021 para el cumplimiento de la función social, como la conformación de fondos de garantías, que ayudan a movilizar créditos.
Esta norma posibilita -según la ASFI- financiar al 100% la compra de un inmueble; es decir, que permite que las personas adquieran viviendas por un valor de hasta $us 158.000 sin cuota inicial.