En una región en constante devaluación, con alta inflación y crecimiento moderado, Bolivia ofrece alternativas limitadas para lograr alguna rentabilidad o el refugio seguro al capital de los pequeños inversores

6 de diciembre de 2022, 7:38 AM
6 de diciembre de 2022, 7:38 AM

¿Tiene un capital ‘ocioso’ que oscila entre los $us 50.000 y los $us 100.000 y no sabe qué hacer? Pues bien, sepa que en Bolivia las opciones para invertir en el mercado de valores son limitadas y con una baja tasa de interés, pero no se desanime, ya que de acuerdo con los especialistas consultados por Dinero, hay dos activos que pueden cubrir sus expectativas y que no requieren que sea un experto en el mercado financiero.

Los bienes raíces y las divisas (euros y dólares) emergen como una alternativa válida para el refugio de su capital y a mediano o largo plazo le permiten registrar alguna rentabilidad respecto a su inversión inicial.

El experto en finanzas Mauricio Ríos García aconseja reducir lo más posible el riesgo político y cambiario, y para eso la mejor alternativa es invertir en el exterior, pero para quienes no se lo pueden permitir, sugiere invertir en dólares y tratar de no ceder a las tentaciones de corto plazo.

Sobre la posibilidad de apostar por los bienes raíces, de acuerdo con Ríos, depende de varias variables, como por ejemplo el objetivo de esa inversión, si se trata de una solución habitacional, como especulación de corto plazo o preservación de valor a largo plazo. 

“En todo caso, me inclinaría por la tercera opción, pero hay que tener en cuenta que este sector en particular ha sido agresivamente estimulado. Hay una clara sobreoferta que tiene que corregirse cuando no haya más manera de seguir aprovechando su subvención estatal”, sostuvo.

Cuando Ríos habla de los riesgos se refiere al contexto internacional que se proyecta para la próxima gestión, pues según los organismos internacionales como el Banco Mundial (BM), 2023 será incierto y con números a la baja. 

La invasión de Rusia a Ucrania y sus efectos en los mercados de productos básicos, las cadenas de suministro, la inflación y las condiciones financieras han intensificado la desaceleración del crecimiento mundial. Un riesgo clave para las perspectivas es la posibilidad de una elevada inflación global acompañada de un crecimiento débil, que recuerda la estanflación de los años setenta, alerta el organismo multilateral.

El BM calcula que este año la región crecerá un 2,5 %, luego del repunte, posterior a la pandemia, del 6,7 % en 2021. Mientras que, en 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá solo un 1,9 %, y un 2,4 % en 2024.

La inflación se ha disparado muy por encima de las metas de los bancos centrales en muchos países de América Latina y ha ejercido presión financiera sobre los hogares. Las medidas generales para enfrentar la inflación, así como los precios de los alimentos y los combustibles, se han acelerado rápidamente.

Mientas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que los precios al consumidor finalicen el año con un alza del 14,6% en la región, con una proyección de que la tasa de inflación siga inestable, rondando los dos dígitos en 2023.

En este contexto, las personas que tengan la posibilidad de contar con un capital extra y busquen invertirlo para lograr alguna rentabilidad o evitar su descapitalización deben tomar en cuenta estas previsiones y anotar que Bolivia no es una isla económica y menos financiera, y que en el Presupuesto General del Estado de 2023 (PGE) prevé para Bolivia un crecimiento del 4,86% (en 2022 fue ubicada en 5,10%) y una inflación de un 3,57% (en 2022 se calculó en 3,40%).

Un refugio seguro

Jorge Díaz, ejecutivo de venta de lotes de la zona de La Ramada, explicó que la demanda de terrenos, que oscilan entre los $us 13.000 y los $us 18.000, tuvo un importante incremento, ya que las personas compran uno o dos terrenos para luego construir viviendas y venderlas en no más de $us 50.000.
Díaz también detalló que hay empresas constructoras que ofrecen por $us 15.000 levantar una vivienda de dos pisos en 50 metros cuadrados.

“En la planta baja puede ir el comedor, la cocina y la lavandería, mientras en la planta alta dos dormitorios y baño compartido. Son viviendas para una o dos personas y una buena opción para invertir”, remarcó Díaz.

Sobre el tema, Juan Pablo Saavedra, presidente de la Cámara Boliviana de Desarrolladores Inmobiliarios, remarcó que una casa, departamento o lote es un activo seguro donde el capital en dólares no corre riesgo de perder valor.

Saavedra precisó que al comprar una casa o departamento el inversor tiene un capital que se potencia por el cobro del alquiler, un ingreso que gradualmente y de acuerdo con la ubicación del inmueble se va incrementando.

“Los ladrillos a la hora de vender cotizan en dólares acá o en cualquier otra parte del mundo. Por eso es una opción segura para el ciudadano común que desea invertir”, dijo Saavedra.

Gorka Salinas, experto en inversiones, considera, sobre todo para personas que adquieren su primera vivienda, que la coyuntura de créditos de vivienda de interés social, con tasas inferiores o iguales al 6% en bolivianos, plazos que llegan incluso hasta 30 años y las condiciones de aporte propio exigidas, representan una oportunidad única para poder invertir en inmuebles. Además, los costos con respecto a los precios anteriores a la pandemia han experimentado una disminución en los precios en varios casos de un 20%, lo que hace aún más atractiva la inversión, puntualizó Salinas.

Jaime Dunn, analista financiero y experto en valores, indicó que la inversión en bienes raíces siempre es rentable y segura. Las tasas de interés bajas hacen que adquirir un inmueble sea una buena opción y más cuando hay algún tipo de incertidumbre como la inflación o una posible devaluación, porque siempre su compraventa es en dólares, sostuvo el analista.

¿Y las divisas?

En Bolivia, hasta el momento no hay restricción para la compra de dólares o euros, como en la Argentina, donde en la actualidad hay cuatro tipos de cambio que cada día se modifican. En este escenario, los analistas aconsejan comprar la moneda estadounidense o euros para tener una herramienta de aceptación global que le permita invertir fuera del país.

Es Ríos García el que insiste en atreverse a cruzar fronteras que le permitan reducir los riesgos que existen en el país.

Un ejemplo de cómo invertir sus dólares en el exterior es participando de la compra de propiedades alquiladas en donde cada inversor posee una participación porcentual de la propiedad de acuerdo con la cantidad de dólares invertidos.

Salinas señaló que hoy el dólar está bastante caro en términos de referencia de otras monedas (salvo en Bolivia), debido a la subida de tasas por la FED, por lo que hay una alta demanda por esa moneda. “Considero que a largo plazo es un buen momento para ir tomando posiciones en euros desde un punto de vista de un portafolio global”, dijo Salinas.