Hace varios años que en Bolivia se piensa en construcciones verdes, pero recién en octubre de este 2022, Cadecocruz lanzó el primer programa integral para la Nueva Era de la Infraestructura Sostenible

6 de diciembre de 2022, 9:25 AM
6 de diciembre de 2022, 9:25 AM


En sociedad con las empresas internacionales especializadas Sintali (Gran Bretaña) y SGS (Colombia), la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) presentó en octubre el primer programa integral para la Nueva Era de la Infraestructura Sostenible en Bolivia, con certificación EDGE.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo del PNUD y la Embajada Británica en Bolivia, y congrega cada vez a más instituciones de profesionales, entidades públicas y empresas.

Carolina Gutiérrez Brehmer, presidenta de Cadecocruz, informó que la banca está interesada en brindar financiamientos específicos para los proyectos de construcción sostenibles, y que el Banco Mundial tiene previsto destinar líneas de crédito al sector público para la infraestructura sostenible. 

“De acuerdo a las proyecciones del Gobierno central, a partir de 2025 se exigirá que todas las obras públicas tengan el componente de sostenibilidad”, adelantó.

Gutiérrez reconoció que es posible que, en la actualidad, la inversión inicial en construcción sostenible sea más elevada, pero aclaró que implica ahorros importantes, principalmente a largo plazo, por la optimización de energía y agua, entre otros.

Darío Monasterio, director ejecutivo y fundador de Tecnogreen, una empresa de soluciones sostenibles, asegura que es inevitable que las construcciones tengan que renovarse de a poco, y que tardarán un poco más que los vehículos. 

Puso de ejemplo al edificio de la Corporación Andina de Fomento (CAF), en La Paz, como el único con certificación LEED, nivel oro, del país, pero aseguró que hay otras construcciones por ese mismo camino.

En la misma línea de Gutiérrez, el ejecutivo de Tecnogreen reconoció que construir un edificio ‘verde’ probablemente demande una inversión un 20% más de lo habitual, pero aclaró que se logra ahorro energético y de dióxido de carbono (CO2).
“Si se pone en valor monetario, significará un costo de energía mucho menor, de un edificio que también durará entre 30 y 80 años”, dijo. 

Monasterio agregó que, si bien puede parecer más caro hoy, a medida que estas construcciones se masifiquen, irán bajando de precio, de la misma manera que pasó con los teléfonos celulares.

“En Bolivia no estamos construyendo de forma masiva porque no tenemos la presión medioambiental de otros países, pero sí demográfica, y debemos prepararnos para lo que viene”, dijo.
Tecnogreen empezó en este negocio ‘verde’ hace una década, pero según Monasterio, recién en los últimos cuatro años el mundo se ha puesto las pilas y ha reconocido que es una necesidad crítica.

Asimismo, Monasterio adelantó que, con la masificación de este tipo de construcciones, también se generaría una nueva ola de oportunidades de trabajo, a partir de la nueva economía de la construcción ‘verde’.