El Gobierno dispuso una nueva fecha para seguir ofertando los bonos soberanos 2022, 2023 y 2028. Los economistas consideran que no se colmaron todavía las expectativas. Ministerio de Economía, en silencio

17 de febrero de 2022, 4:00 AM
17 de febrero de 2022, 4:00 AM


El Gobierno boliviano extendió -por una semana más- la invitación a ofertas de compra y canje de sus bonos soberanos por $us 2.000 millones con vencimientos en 2022, 2023 y 2028 en mercados internacionales. Este año, el país tiene que devolver $us 500 millones -prestados en 2012- por lo que busca una extensión del plazo.

Las razones que expliquen una prórroga vienen por dos vertientes, según explica el analista financiero Jaime Dunn. “Es posible que Bolivia no haya logrado colocar la suficiente cantidad de bonos, pero también que los interesados hayan pedido más tiempo para adquirirlos”, sostuvo. 

Los bonos soberanos se emiten bajo un ámbito privado sin regulación y los plazos dependen del emisor; en este caso, el Estado boliviano. Se entiende que cuando se pusieron los plazos, fechas fue previamente muy bien elaborado y pensado. “Si se da una suspensión da mucho por especular, entonces el Gobierno boliviano debiera dar una explicación, porque se puede pensar que hay una demanda baja, que no hay interés o que; por el contrario, que los compradores pidieron un mayor plazo”, afirmó.

Dunn espera que las operaciones marchen bien porque se necesitan esos recursos.
Sin embargo, persiste el pesimismo. “Se debe interpretar como que los acreedores no dieron respuesta a la oferta hecha por el Estado boliviano”, dijo el economista Alberto Bonadona.

Es posible -dice el analista- que esperen nuevas condiciones en términos de mejores intereses para el canje de bonos por parte de los inversores institucionales bolivianos o que no hay aceptación al canje de bonos y la espera quiere decir que prefieren el pago del capital y los intereses de los bonos en los mismos términos que se les ofrece a los extranjeros.

Es posible que se ajuste la oferta boliviana, según el experto en macroeconomía, José Gabriel Espinoza, quien presume que no se ha conseguido colocar la oferta a los precios pedidos debido a que hay una diferencia muy grande entre lo esperado y lo obtenido.
Para el economista Róger Banegas, de forma apriori, no se habría logrado la expectativa para el recambio en el vencimiento de los bonos 2028, al menos es la reacción que se percibe u observa en los mercados (precio y rendimiento de los bonos), aunque sí para los bonos Bolivia 2022 y 2023.

No soluciona el déficit
El economista Darío Monasterio sostuvo que primero hay que analizar el contexto: ocho años de déficit fiscal y un noveno año de déficit para este 2022; Reservas Internacionales Netas (RIN) muy bajas, que equivalen en divisas a solo un mes y medio de importaciones. 

Con esta renovación del vencimiento de los bonos, no se soluciona aún el problema del déficit fiscal ni de las RIN porque no se ha emitido aún “nueva deuda” que implique el ingreso de divisas para cubrir el déficit y aumentar las RIN. “Simplemente se está diciendo: no tengo plata para pagar mi deuda ahora que se vence, renuévenme el plazo. “Lo que es muy difícil de entender y presupone una medida de altísimo riesgo es renovar el bono con vencimiento en 2028 ya que la situación de los mercados financieros internacionales nos da la previsión de que nos vamos a endeudar a tasas más altas”. 

EL DEBER consultó al Ministerio de Economía y Finanzas sobre la extensión, pero no contestó.

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