Opinión

Bolivia wildland

16 de septiembre de 2020, 5:00 AM
16 de septiembre de 2020, 5:00 AM

Prime video ha puesto a disposición del público, una película documental sobre los países americanos como Bolivia, inmersos en el narcotráfico. La vi casi por casualidad, se lo debo a mi dedo pulgar que apretaba el control remoto buscando qué ver en el encierro involuntario que nos tiene la tenebrosa pandemia. De pronto apareció en la pantalla este título Wildlands con este otro subtítulo: Tales from the front line of the cocaine trade. Como dije, casi automáticamente mi inconsciente me condujo por el pasillo imaginario del cine doméstico para ver una película documental que prometía ser entretenida. Fue más que eso.

“Wildlands” significa “tierras salvajes” y “Tales from the front line of the cocaine trade” puede traducirse como Historias desde la primera línea del comercio de cocaína. La traducción no refleja lo que los productores quisieron decir. “Front line”, en inglés, es el frente de batalla. Así que deberíamos traducir lo mencionado, como “Historias desde el frente de batalla del comercio de cocaína”. Bueno, para mis amigos que también hablan inglés, a ver si se les ocurre una mejor traducción.

Me enteré, entre muchas otras cosas, por ejemplo, que la DEA no existía hasta 1974. Me enteré también que el narco que introdujo la cocaína a los Estados unidos, fue George Jung, un profesional en mercadeo que comenzó traficando marihuana y que, por casualidades del destino, cuando lo apresaron, fue a dar a una celda donde estaba el colombiano Carlos Ledher, amigo de Pablo Escóbar y co-fundador de lo que sería después el Cártel de Medellín. Fue Ledher el que le habló a Jung de cocaína y le abrió los ojos mencionándole que un kilo de cocaína valía, en ese entonces, 2 dólares en Colombia y que se vendía en 60 dólares en los Estados Unidos. Jung salió después de cumplir su condena de cinco años y se dedicó a traficar cocaína, que la adquiría de Pablo Escóbar y Carlos Ledher, los que se enriquecieron rápidamente. Al principio fueron los únicos traficantes de cocaína, pero al ver los márgenes de ganancia fueron apareciendo otros traficantes hasta convertir el negocio – para usar las mismas palabras de Jung – en un monstruo que después llegó a manejar veinticinco mil millones de dólares al año.

La película menciona también a nuestro país. Lo que demuestra que Bolivia figura desde hace tiempo en los circuitos internacionales de la droga. Muestra, sin censura, a un narcotraficante nacido en Tanzania, pero de nacionalidad británica, llamado Thomas McFadden, quien habría sido apresado dos veces en Bolivia. La segunda vez, recluido en el penal de San Pedro, en La Paz, donde se dedicó, a fin de ganar unos pesos y solventar el alquiler de una celda, según él, a ser “guía de turistas” que visitaban el penal. Les ofrecía también, según él mismo, “bebidas, coca” y “rayas”. Entrevistado por el presentador de la película, McFadden dice que en el penal de San Pedro, cuando él estaba preso, “uno podía morir de hambre” pero que “era más fácil conseguir cocaína que algo de comer”.

El productor y director de la película documental, es Colin Offland, (vaya a saber si es su propio nombre). El presentador, sin embargo, que da la cara y hace las entrevistas, es Rusty Young, que vino a Bolivia varias veces. En uno de sus viajes conoció a Thomas McFadden cuando éste se encontraba preso en la cárcel de San Pedro y se hicieron amigos. De esta manera, en su segundo apresamiento, fue Rusty Young que ayudó a su amigo Mcfadden a salir de la cárcel (esperaba una pena de entre 18 a 20 años) sobornando a tres jueces bolivianos con 4.000 dólares americanos. El dinero lo consiguió, según Young, pidiendo contribuciones a los amigos mochileros de McFadden. Pregunta: ¿conociendo el nombre de Thomas McFadden y buscando las fechas en que estuvo preso, no se podría hacer seguimiento del asunto?

Por supuesto que hay mucho más en la película. Allí están también los colombianos y mexicanos y el rol venezolano que ya es narcoestado según este documental. Hay que verla. Lo recomiendo.



Tags