23 de septiembre de 2022, 4:00 AM
23 de septiembre de 2022, 4:00 AM


América Latina al parecer está destinada a tener entre sus líderes a dictadores disfrazados de demócratas, el último caso de otros que existirán es el actual presidente de El Salvador; se presentó como un joven candidato a la Presidencia con principios enraizados en la democracia, sin embargo, al ganar el poder y aprovechando su popularidad entre la ciudadanía, ha copado los otros poderes del Estado en El Salvador controlando el Tribunal Supremo de Justicia y el Poder Legislativo, logrando que se apruebe una resolución que le permitiría presentarse en una relección como presidente de la nación cuando claramente la Constitución de El Salvador lo prohíbe.

Así mismo, el caso de Bukele recuerda que cuando los partidos políticos están agotados, la ciudadanía se siente decepcionada y la crisis económica es imperante, se buscan soluciones mesiánicas e innovadoras, resultando ser peor el remedio que la enfermedad; de igual forma, líderes carismáticos como el actual presidente de El Salvador aprovechan la compleja situación para promocionarse como la persona que renovaría todo desde la democracia; pero sus acciones demuestran que ha cambiado los rostros manteniendo la corrupción del sistema salvadoreño, con el añadido que controla los otros poderes del Estado, que podrían, si fueran independientes, ser el contrapeso del todopoderoso Bukele

Por último, se confirma que los nuevos dictadores en el siglo XXI se denominarán demócratas y utilizarán a la democracia para llegar al poder, luego en el camino armarán toda una fachada democrática ejerciendo realmente una dictadura, Bukele creerá que la democracia da para todo incluyendo dictaduras.

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