Las autoridades sanitarias también se enfrentan al temor que sienten los que no quieren recibir la dosis contra el coronavirus. En el país quedan más de 2,8 millones de personas habilitadas que todavía no han recibido los inmunizantes

10 de octubre de 2021, 4:00 AM
10 de octubre de 2021, 4:00 AM

En el país hay más de 2,8 millones de personas que aún no recibieron ninguna de las dosis contra el coronavirus, pese a que hay vacunas suficientes, por lo que ahora el desafío de las autoridades es impulsar a los jóvenes y convencer a los que se resisten a la protección, para aumentar más la cobertura de inmunización.

Una de las grandes barreras que las autoridades sanitarias enfrentan es el temor de la población que no quiere recibir la vacuna. En este grupo hay personas mayores y jóvenes que no han acudido a buscar la protección.

El secretario de Desarrollo Humano y Salud de Santa Cruz, Fernando Pacheco, informó que los jóvenes son los más numerosos y los que más necesitan acudir en este momento. “Justamente la gente joven, de 18 hasta los 29 años, es la gente que todavía nos falta vacunar un 50 por ciento”, enfatizó Pacheco.

Hizo notar que a escala mundial se ha determinado que hay un 30 y 40 por ciento de la población que no quiere vacunarse. “Esto no es un tema de Bolivia o de Santa Cruz, esto es mundial. Hay países que no han pasado del 60 por ciento de su vacunación, porque hay un 40 por ciento de su población que no quiere vacunarse”, indicó el secretario de salud.

Frente a esta situación, según Pacheco, pretenden llegar a tocar la puerta de los hogares para persuadir a los que se resisten. “Queremos llegar y tocar las puertas de esas personas, para que se cercioren de que la vacuna está haciendo una tarea importante de salvar vidas y evitar que acaben en terapia intensiva o que fallezcan. Sabíamos que en algún momento teníamos que llegar a este punto, pero hemos hecho la logística para cumplir con esos que sí quieren recibir la vacuna”, informó.

El temor de las personas está en todas las regiones del país. En Pando, pese a los esfuerzos del Servicio Departamental de Salud (Sedes), la población no quiere vacunarse por temor a los supuestos efectos secundarios que podrían provocar las dosis anticovid. Por este motivo, el 30 de septiembre vencieron 1.200 vacunas y otros 8.480 inoculantes corren el riesgo de expirar a fin de mes sin ser usados.

Roxana Lima, responsable del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) del Sedes pandino, informó que el porcentaje de vacunación disminuyó desde finales de julio y continuó durante agosto y septiembre. Esto se debió a que las personas dejaron de asistir a los puntos fijos de inmunización.

“Ya hemos empezado con la vacunación casa por casa, con lo cual se está incrementando el porcentaje de vacunados desde inicio de mes”, explicó.

En el país la población vacunable alcanza a 7.180.428 personas mayores de 18 años. A esta se sumarán los 458.000 adolescentes, entre 16 y 17 años, que se habilitarán con la llegada de 1.188.720 dosis Pfizer al país, a través del mecanismo Covax. Lo que dice la gente

A pesar de que se está en puertas de ingresar a una cuarta ola de contagios, aún hay personas que se resisten en recibir la dosis anticovid, algunos tienen temor por los mitos de las reacciones que podría causar, otros esperan alguna dosis definida y algunos dudan de su eficacia. Pero también hay un grupo de personas que asegura que mientras no exista una norma que los obligue a recibir el inoculante no ven necesario aplicársela.

Este es el caso de Juan, un hombre con 45 años que trabaja como chofer de taxi, asegura que mientras no se vea en el extremo de necesitar la dosis, no acudirá a los puntos de vacunación para ser inmunizado.

Está consciente de que está en constante riesgo de contraer el virus, porque suben a su vehículo personas de diferentes zonas y algunos pueden estar con la enfermedad. Asegura que desde que llegó el Covid-19, en caso de haber contraído el virus, no ha requerido internación, pero recurrió a los remedios naturales y sus síntomas que desaparecieron en cuestión de días.

“Si no hay una ley o el Gobierno diga que es obligatorio recibir la vacuna, no la recibiré. Hasta eso seguiré así, para mí no es necesario”, aseguró el hombre.

Pedro, es otro joven de 25 años, que en su familia es el único que no ha recibido la dosis, y pese a que las autoridades han salido a explicar la eficacia de la vacunación, él se aferra a creer que es una estrategia para implementar un chip a todas las personas y así ser controlados desde el espacio. Es por ello, que asegura que ni por obligación permitirá que le apliquen la dosis anticovid de ninguno de los laboratorios.

Hay familias completas que temen fallecer o que les cause alguna reacción, por lo que están empeñados en no recibir la vacuna. Entre ellas está Francisca, una mujer de 50 años, que ni siquiera se dejó convencer por su hijo que acudió a vacunarse para demostrarle que no le pasará nada.

“Mi mamá no se quiere hacer vacunar porque dice que no es muy confiable y todas las cosas que muestran en otros países porque puede causar efectos secundarios. Piensa que le va pasar algo al hacerse vacunar, porque no están 100% certificadas”, contó uno de los hijos de Francisca.

El miedo que la lleva a inmunizarse es que otras personas a pesar de haber recibido la dosis, enfermaron de Covid-19 e incluso fallecieron. “Yo me hice vacunar para que ella también reciba la dosis, pero sigue teniendo miedo y está esperando alguna con mayor eficacia de las que han llegado al país para recién analizar si se inmuniza”, acotó el joven.

Patricia, otra mujer de 50 años, alegaba que no iba a recibir la dosis, pero reconoce que tenía una idea equivocada de que no permitiría su inmunización; sin embargo, a exigencia de sus hijas tuvo que acceder. Ella cree que es imposible que se haya elaborado la dosis anticovid, ya que ni en muchos años no han sacado una vacuna para curar el cáncer.

Por su parte, Juana, una comerciante de plantas medicinales, aseguró que no es necesario las medicinas de los laboratorios y que su familia opta por tomar las infusiones.

También está una parte de los que no acude por falta de tiempo, porque temen quedarse varias horas haciendo filas hasta recibir la dosis, y n hay un porcentaje de la población que espera que las autoridades apliquen la dosis Pfizer, o espera que lleguen más Johnson& Johnson.

La estrategia cruceña

El secretario de Desarrollo Humano y Salud del departamento pidió a la población a que acuda a recibir la dosis contra el Covid-19.

“Es la única manera que tenemos de volver la normalidad, de combatir a este virus y para que esta cuarta ola que se viene no nos golpee con fuerza”, recalcó.

Pacheco hizo notar que gracias a la vacunación muchas personas no están internadas en una unidad de terapia intensiva. “Las personas que están acabando en terapia intensiva, casi el 100 por ciento, son personas que no se han vacunado, por eso es que tenemos la certeza, con conocimiento científico, de que la gente que se vacuna no está acabando en terapia intensiva, ni enfrentando la enfermedad de forma grave ni mucho menos falleciendo”, dijo.

El Sedes espera alcanzar una cobertura con el 50 por ciento con esquema completo hasta la próxima semana.

Según las autoridades sanitarias, el retraso q en la llegada de las segundas dosis de Sputnik también afectó en la cobertura, pero ahora ya las están aplicando.

Pacheco dijo que en el caso cruceño ya se ha hecho vacunación casa por casa en municipios de provincias, como Pailón y Yapacaní. Además, han desplazado brigadas a comunidades indígenas y ahora se ha impulsado los puntos transitorios en mercados, en el sector transporte y los barrios alejados. “No descartamos los próximos días de vacunar casa por casa en algunos sectores de la capital cruceña”, indicó.

Este viernes el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) de Santa Cruz anunció las recomendaciones. El gobernador Luis Fernando Camacho hizo conocer el documento en el que, además de exigir la dotación de ítems para salud, también piden la tercera dosis para el personal de salud y solicitan a las instituciones públicas y privadas impulsar la vacunación.

El COED señala que para volver a clases es importante que el Gobierno autorice la vacunación para jóvenes de 12 a 17 años.

Nuevo rango de edad

El ministro de Salud, Jeyson Auza, informó que luego de un análisis y trabajo logístico se ha consolidado la distribución del 1.188.720 dosis de la vacuna Pfizer a los servicios departamentales de salud del país para que se inicie la inmunización a los de 16 y 17 años.

Detalló que para Chuquisaca se dispuso 58.146 vacunas; para La Paz, 248.082; Cochabamba, 179.916; Oruro, 45.522; Potosí, 85.158; Santa Cruz, 280.338; Tarija, 47.874; Beni, 49.392 y Pando, 13.674.

El titular de Salud explicó que los adolescentes deberán presentar el formulario de consentimiento firmado por el padre la madre o un tutor legal.

Por otra parte, el presidente del Estado, Luis Arce Catacora, anunció que el 12 y 13 de octubre arribarán al país 522.500 segundas dosis de Sputnik V, con lo cual se garantizará la inmunización al 100% de las personas que fueron inoculados con esta vacuna rusa.

Por su parte, Max Enríquez, director nacional del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), del indicó que tras la llegada de estas nuevas dosis, se hará la redistribución a los departamentos donde existen beneficiarios que esperan completar su esquema.

Enríquez explicó que aún existe una cantidad de segundas dosis en el país, con las que se estaba vacunando a los rezagados de abril, mayo y junio, sin embargo, destacó que con la llegada de este nuevo lote todos los beneficiarios podrán completar su dosis en la fecha que se tenía prevista.

El Gobierno señala que hay dosis suficientes para que los Sedes impulsen la vacunación.

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