Opinión

cara a cara

15 de octubre de 2020, 5:00 AM
15 de octubre de 2020, 5:00 AM

_Hay silencio electoral desde hoy, pero lo más seguro es que este se limitará a lo formal. Hay alrededor de un tercio de votantes indecisos y eso es motivo suficiente para que los estrategas hagan arder las redes sociales. Hay que estar preparados porque la recta final de esta contienda electoral estará cargada de noticias falsas y de guerra sucia; ya nomás hay decenas de mensajes que apelan a las emociones, sobre todo al miedo del ciudadano. Aflora la cuestión regional y en un gran estrato social también se pone en evidencia el factor racismo. La definición es individual y debería ser tanto libre como consciente.

_Frente a la guerra electoral en las redes, hay que poner mayores filtros no solo para seleccionar el material que se consume, sino fundamentalmente para no replicar noticias cuya fuente se desconoce o cuyo contenido genera alguna desconfianza.

_En el último cuarto de hora de la Asamblea Legislativa se ha censurado a dos ministros que no asistieron a la interpelación. Por si las tensiones preelectorales no bastaran, los legisladores de mayoría masista atizan el fuego. Del otro lado, la presidenta posesionó al procurador desconocido por los asambleístas. Parece un juego del gato y el ratón, un tanto irresponsable a estas alturas. Lo que queda como saldo es la institucionalidad malherida de Bolivia. Todo eso también sirve como experiencia para que a la hora del voto se evite cometer errores y se elija a gente responsable para tan importante tarea nacional.

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