Opinión

Cara a cara

28 de octubre de 2021, 5:00 AM
28 de octubre de 2021, 5:00 AM

_En un mundo paralelo. Ahí es donde parecen vivir los miembros del llamado Pacto de Unidad, conformado por organizaciones sociales afines al MAS. Ya el estatuto de este partido coarta el derecho al trabajo cuando señala que solo puede trabajar en el Estado quien milita en el MAS, ahora los dirigentes complementan que quieren erradicar a los ‘pititas’ (así llaman a los opositores) de los cargos públicos, como si estos espacios fueran propiedad privada de los ‘movimientos sociales’. Además, plantean una ley de comunicación de ‘propiedad de la oligarquía neoliberal’. Desde ya, quien está en el poder sueña con controlar al periodismo independiente y, en este caso, se pretende que no haya cuestionamientos contra el Gobierno, atentando contra la libre expresión que es un derecho humano. Habrá que decirles que en Bolivia hay más de 11 millones de habitantes que un millón de militantes pretende controlar.

_La realidad de una niña embarazada, producto de una violación, ha desatado un intenso debate sobre el aborto. En este caso, prevaleció la Iglesia católica y los activistas provida. No obstante, las opiniones dejan ver que el tema debe ser abordado, analizado y resuelto en el país. Las violaciones ocurren muchas veces cada día y es absurdo tapar el sol con un dedo. Hay niñas y también mujeres que son víctimas de agresores y después revictimizadas por la sociedad y las miradas extremas, que defienden posiciones a ciegas, sin valorar cada realidad individual. Hay muchos países en el continente que se han atrevido a poner el aborto en la mesa de discusión, nuestro país también lo tendrá que hacer, sin más tardanza.



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