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Cara a Cara

12 de enero de 2022, 4:00 AM
12 de enero de 2022, 4:00 AM

En 2015 Bolivia realizó la millonaria adquisición de trece radares de tecnología francesa para detectar la presencia de naves sospechosas en su espacio aéreo, en particular aquellas utilizadas en el transporte de drogas desde o hacia otros países. Se gastó la friolera de $us 225 millones en esos equipos instalados en 12 regiones; seis para uso civil y siete de empleo militar que empezaron a funcionar recién en 2019. Todavía no se los puede utilizar en la lucha contra el narcotráfico porque es necesario modificar una ley para que la Felcn coordine acciones con la Fuerza Aérea Boliviana. Mientras nada apura a los legisladores en el cambio y aprobación de la referida norma, los costosos radares franceses juntan telarañas y los narcoaviones van y vienen sobre territorio boliviano con ilícita y millonaria carga.

La temporada de lluvias todavía no alcanzó su mayor pico. ‘Enero poco, febrero loco’ es un viejo dicho popular referido a los meses cuando, especialmente en Santa Cruz, las precipitaciones pluviales son más frecuentes, aunque los cambios climáticos pueden modificar cualquier ciclo. Los últimos aguaceros han afectado a casi 20 mil familias bolivianas e inundaron miles de hectáreas de cultivos, además de causar crecidas extraordinarias en varios ríos, rompiendo récords desde 1976. La deforestación para fines agrícolas en las riberas y la violación de otras normativas medioambientales es señalada como una de las causas de graves inundaciones como las ocurridas. Cuando es desafiada abiertamente, la fuerza de la naturaleza pasa facturas costosas…