Opinión

OPINIÓN

Cara a Cara

28 de enero de 2022, 4:00 AM
28 de enero de 2022, 4:00 AM

El sistema del BRT para mejorar la circulación vehicular en Santa Cruz de la Sierra ha vuelto al centro del debate. Una vez agotada la discusión con el concurso de los que mejores criterios pueden sumar (arquitectos e ingenieros) ojalá se tomen decisiones para la solución integral de un viejo problema urbano y que eviten gastos inútiles al municipio. De momento, hay ideas dispares. El alcalde Jhonny Fernández se inclina por “dar de baja” los cordones del primer anillo de circunvalación y la ‘reutilización’ de las estaciones y otros componentes del proyecto inicial que quedó trunco en medio de fuertes cuestionamientos.

En un plan que apunta a darle viabilidad al BRT, lo mejor de la propuesta de Fernández tiene que ver con la reducción de hasta un 50% la circulación de micros por la zona central y tendría, según lo afirmó, la aceptación de un 90% de los transportistas, renuentes a los cambios de un sistema caótico pero muy rentable para un gremio que suele doblarle el brazo a las autoridades edilicias para imponer sus intereses por encima de los de la comunidad.

Por su parte el concejal Manuel Saavedra plantea habilitar, tal como está, el canal del BRT para vehículos públicos y privados. Califica la suya como una propuesta de aplicación inmediata, que no costará un centavo y no se perderá tiempo en dejar expedito el tercer carril de la avenida. Parece algo más racional y menos complicado que meterle picota a los cordones que dizque ocasionan a diario una decena de accidentes entre conductores distraídos y/o chambones que suman montones en la urbe cruceña.

Tags