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Cara a Cara

13 de febrero de 2022, 4:01 AM
13 de febrero de 2022, 4:01 AM

Durante una semana, entre el 15 y 22 de febrero, el Relator de la ONU, Diego García Sayán, visitará el país para sostener un ‘diálogo constructivo’ con todas las partes interesadas en la administración de la justicia en Bolivia. La presencia del jurista peruano responde a una invitación del Gobierno. Se registrará cuando, con el afán de que se pudra en la cárcel, un fiscalato sumiso y manipulable busca enjuiciar por vía ordinaria a la expresidenta Jeanine Áñez a quien, por su investidura, le corresponde un juicio de responsabilidades. El visitante llega también en medio del escándalo desatado por la liberación ilegal de feminicidas y condenados con sentencia dispuesta por jueces y fiscales corruptos. Dos casos muy reveladores de que la administración de la justicia boliviana es una catástrofe total.

García Sayán tiene por objeto “examinar en espíritu de cooperación y diálogo, la situación de la justicia en Bolivia” y poder contribuir a los esfuerzos de una reforma integral que, sin voluntad política, no llegará a ningún puerto. Al efecto, tiene una agenda nutrida a compartir con autoridades gubernamentales, Órgano Judicial y organizaciones de la sociedad civil entre otras. Aunque lo más probable es que su pedido no sea atendido, la familia Áñez solicitará que Jeanine sea incluida en la ronda de reuniones para exponer su caso, aunque al respecto el Relator debe estar bien informado sobre la forma ruin en que se han violentado los derechos de una mujer en estado de indefensión y maltratada por cancerberos cobardes y perversos.