16 de marzo de 2023, 4:00 AM
16 de marzo de 2023, 4:00 AM

La necesidad tiene cara de hereje, podrían decir en el Movimiento Al Socialismo. Recién se supo que el Gobierno de Luis Arce autorizó el uso de los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional para reforzar las menguadas Reservas Internacionales Netas. ¿Por qué llama la atención esta operación? Pues porque este partido condenó que la expresidenta Jeanine Áñez hubiera solicitado un crédito al FMI durante su Gobierno para enfrentar la pandemia. Para el MAS, el FMI es una mala palabra y cualquier acción vinculada a este organismo es considerada una especie de venta del país a cambio de condiciones que un Estado Plurinacional no podría aceptar.

 El Gobierno lleva dos años y medio culpando a la gestión de Jeanine Áñez por la crisis económica pospandemia. Ignoró el impacto mundial de este periodo y apuntó que los errores estuvieron en el gabinete de la exmandataria. Ahora, cuando el mundo se recupera de las cuarentenas globales, Bolivia siente el azote de una crisis económica aún negada por el presidente y sus ministros. Es más, Fitch Rating, que calificó a la baja al país, puso en duda la gestión actual de la situación nacional.

Los economistas, tan criticados por el gabinete de Luis Arce, consideran que hay medidas urgentes que tomar. Una de ellas es evitar el gasto excesivo del Estado, pero hasta ahora no se ha visto un plan de austeridad ni se ha comunicado una estrategia clara que prometa salir de este duro momento. Entretanto, los bolivianos están sumergidos en la incertidumbre, esperando que el timonel del barco diga que puede esquivar el iceberg.

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