Cara a Cara

¿Qué es mejor en la actual coyuntura económica? La Gestora Pública está a poco más de un mes de administrar los aportes de jubilación de los bolivianos, ese dinero que se descuenta mes a mes del salario de los empleados formales y que va a un fondo de ahorros para que garanticen una jubilación digna. En este momento, ese dinero es administrado por dos empresas privadas: Futuro de Bolivia y Previsión. Ambas tienen la obligación de rendir cuentas al Estado sobre lo que hacen con más de 20.000 millones de dólares. El tema es visto desde dos perspectivas. La primera, de la Gestora Pública, dice que la jubilación individual subirá un 1,34% porque ya no se le pagará comisión a las AFP. La segunda, de analistas y algunos sectores que se oponen, dice que, al ser del Estado, la Gestora no tendrá fiscalización real y que el Gobierno será juez y parte, lo que arriesga el dinero. ¿Usted qué opina y con cuál mirada se queda?

 Analistas económicos sugieren que los fondos de jubilación pueden ser una tabla de salvación para la liquidez del Gobierno, que ahora tiene Reservas Internacionales en muy bajo nivel y se enfrenta a obligaciones inminentes, como el pago de la deuda externa.

Y entre los jubilados se puede decir que están los de primera y de segunda. Los militares perciben el equivalente al 100% de su sueldo hasta su muerte. En cambio, el resto de los trabajadores solo recibe entre un 20 y 30% de su sueldo, sin importar cuánto aportó toda su vida para tener una jubilación digna. ¿Es justa esta separación? Parece que no. Pero queda claro que fue una medida política para mantener lealtades en las FFAA.