6 de abril de 2023, 4:00 AM
6 de abril de 2023, 4:00 AM

Llegó al aeropuerto de Chimoré, pero no pudo salir de ahí. Al vicepresidente, David Choquehuanca, le impidieron circular por el Chapare, que es territorio del jefe del MAS, Evo Morales. No importó que se trate del segundo hombre del país, una autoridad a la que se debería respetar si hubiera institucionalidad en Bolivia. Tuvo que discursear en la terminal aérea y hablar casi pidiendo disculpas por estar allí. Los cocaleros tienen un miniestado en el que no valen las normas que valen para el resto de los bolivianos. Y lo peor, el Estado (Gobierno central y ministerios) dejan que así sea, a sabiendas de que es peligroso desde todo punto de vista, si se toma en cuenta que hay producción de droga en el lugar y que ya antes fue un territorio impenetrable, cuando Jeanine Áñez era presidenta. Que la Fiscalía y las autoridades no se equivoquen. No es un hecho trivial.

 Si se hubiera impedido el ingreso de Choquehuanca a Santa Cruz, sería otra la historia. Probablemente miles de policías habrían llegado a este departamento y varios dirigentes estarían detenidos y acusados de ‘terrorismo’, ‘sedición’, ‘separatismo’, ‘racismo’ y quién sabe cuántos delitos más. El rasero con que se miden los comportamientos ciudadanos es diferente según la ubicación geográfica y el color político. Sin embargo, es bueno registrar que estos episodios ocurren para cuando se crean relatos diferentes, que muestran siempre a las regiones opositoras como imperialistas y colonialistas. No es legal impedir la libre circulación de las personas, más aún si se trata del vicepresidente del Estado.

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