24 de mayo de 2023, 4:00 AM
24 de mayo de 2023, 4:00 AM

La política está en los extremos. La extrema izquierda y la extrema derecha. Los matices no seducen, porque parecen impactar más los discursos que explotan las broncas que dejan las malas políticas gubernamentales, la compleja situación económica o la inseguridad que a todos afecta. Y los extremistas coinciden en muchos temas, sobre todo cuando sus discursos de odio no son replicados como ellos quisieran. Su blanco preferido es el periodismo. A los hombres y mujeres que hacen las noticias los tachan de todo, porque les interesa debilitar la verdad para posicionar la posverdad. No es que los medios sean perfectos, pero al haber pluralismo, las personas tienen la posibilidad de escuchar muchas voces y sacar sus propias conclusiones. Eso demanda atención de parte del ciudadano, de manera que sepa que cuando incorpora un contenido a su vida, éste se vaya al neocórtex (la parte racional del cerebro) y que sus reacciones no salgan del impulso irracional. Siempre será mejor tener personas pensantes y no gente manipulada por grandilocuentes y fanáticos discursos.

 Para convivir es importante respetar. Parece obvio, pero no lo es tanto en el día a día. Aquella frase de Voltaire: “No estoy de acuerdo con tus opiniones, pero daría mi vida por tu derecho a expresarlas” se aplica cada vez menos. Las redes sociales refuerzan nuestras ideas y nos hacen intolerantes a las que son diferentes. Y en esa ecuación no puede haber reconciliación o acuerdo entre distintos. Es importante revisar si somos capaces de escuchar y de validar. Lo que se hace a escala individual repercute a escala social.

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