Opinión
OPINIÓN
Cara a Cara
Los 11 de septiembre dejan siempre ese dolor y ese tufo a bronca de 3 hechos históricos. El inicio de una dictadura sangrienta en Chile, el atentado terrorista que cambió la historia del planeta y la masacre en el departamento más lejano de Bolivia, lo suficiente para que se hubiera tejido una historia a medida del MÁS y de los poderosos de turno.
En 1973 fue el golpe de Augusto Pinochet en Chile, que dejó más de 40.000 víctimas, entre muertos, desaparecidos, torturados y exiliados. El general chileno, aún admirado por la extrema derecha, aplicó muy bien el Plan Cóndor y se alió a otros dictadores en un oscuro capítulo de la historia.
En 2001, en vivo y directo, el mundo vio como un segundo avión se estrellaba contra las Torres Gemelas, como preámbulo de un cambio radical en la política internacionalista. Los autores fueron asesinados, pero dejaron el miedo en la mente de la humanidad, aquella señal que dice que uno no está seguro en ningún lado.
Finalmente, en 2008 el MÁS consumó su victoria militar sobre la oposición. Acabó así el “empate catastrófico” y el Gobierno de Evo Morales empezó a ejercer el poder total. La historia la escribieron los ganadores en ese momento. Sin embargo, quedan preguntas sin respuesta y muertes sin castigo a los verdaderos responsables. Fue hace 15 años y no hay que olvidar.