Opinión
OPINIÓN
Cara a Cara
Los alcances de la Inteligencia Artificial son insospechados y generan incertidumbre. Lo cierto es que la AI (por sus iniciales en inglés) puede desarrollar actividades que antes eran exclusivas de los seres humanos. Aún no se sabe si podría reemplazar las tareas de un alcalde o un ministro siempre que se le suministre información acerca de lo que hay que gestionar y resolver. Probablemente, si se le informa de la conducta esperada de un servidor público sea capaz de actuar coherentemente con las expectativas. Visto así, quizás una autoridad de AI tenga mejores resultados que los que muestran ciertos personajes que ocupan cargos que no entienden ni cuya investidura merecen.
Un ministro de Medio Ambiente que minimiza el efecto del mercurio en los ríos, solo con base en su experiencia personal. Un viceministro que piensa que no hay que usar agua para apagar incendios porque es un desperdicio. Otro que afirma alegremente que el impacto del fuego en los bosques no es tan grave, porque otros años estuvo peor. Cuesta creer que esa clase de pensamientos provengan de autoridades conscientes de su responsabilidad.
Y el primer lugar en falta de inteligencia se lo lleva el alcalde de Buena Vista. Seducido por una cantante con poca ropa, no tuvo reparos en tirarse al suelo y quitarse la camisa mientras era el hazmerreír de todos los presentes. Ya la tuti fue cuando justificó su conducta. Que sirva como ejemplo de que quien se deja llevar por los instintos sin reparos, queda en ridículo y es candidato a ser reemplazado fácilmente.