Cara a Cara

El presidente Luis Arce ha pedido ayuda a la comunidad internacional tras admitir que el narcotráfico “incursiona” en aparatos del Estado como un “enemigo asimétrico” en goce de todas las ventajas. La solicitud fue formulada durante un encuentro de ‘alto nivel’ con autoridades y expertos de países de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Arce afirmó que Bolivia es un país “sumamente comprometido” en la lucha contra el narcotráfico pero necesita de cooperación externa para tener mejores resultados que los ya alcanzados.

Un detalle no pasó desapercibido: El mandatario boliviano, el ministro de Gobierno y sus invitados lucieron en sus cuellos sendas guirnaldas de hojas de coca. De la coca ‘sagrada’ y apta para el ancestral acullico, reparadores matecitos digestivos y otras propiedades curativas y nutritivas. Nada que ver con la que surte las factorías de los narcotraficantes y cuyos cultivos incluso se extendieron a parques nacionales. Coca que es convertida en cocaína.

Bolivia es reconocido como país de tránsito y productor de cocaína. Junto al avance del crimen organizado, ha sido detectada la presencia de cárteles internacionales de la droga como el PCC y Comando Vermelho de Brasil y que en el país se disputan territorio para sus operaciones. Por si poco fuera, suma más de 7.000 Ha. la coca excedentaria, materia prima abundante para el narcotráfico y para seguir envenenando vidas con la ‘droga maldita’. Sobran razones para el angustioso SOS lanzado al vecindario mundial. A ver si hay respuesta…