20 de marzo de 2024, 7:29 AM
20 de marzo de 2024, 7:29 AM

Como país productor, consumidor y de tránsito, Bolivia lleva las de perder contra el narcotráfico encorchetado del crimen organizado. Ocurre también en complicidad de inescrupulosos funcionarios estatales que se llenan los bolsillos con la plata sucia que genera la actividad ilícita. Lo corrobora el hallazgo de ¡siete toneladas! de droga de alta pureza en Oruro, a bordo de tres camiones y a punto de ser enviadas hacia el puerto de Amberes en Bélgica para su distribución y comercialización en el ‘mercado’ europeo. Autoridades nacionales prefieren hablar de ‘golpes’ y de pérdidas económicas provocadas al ‘narco’ y no de su apogeo alcanzado en el país.

El cargamento estaba oculto en chatarra y es una de las más grandes incautaciones de cocaína registradas en Bolivia. Su valor comercial fue calculado en casi $us 500 millones. Cada kilo se cotiza en $us 62.000, según el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo quien disparó contra la Fiscalía por haber ‘filtrado’ información que facilitó la fuga de los dueños de los 7.280 kilos del polvo blanco, además de un cuarto camión transportador.


 El operativo permitió capturar a tres choferes e identificar a una empresa que, en menos de un año, había realizado siete envíos de ‘chatarra narcotizada’ al Viejo Mundo. ¿Dónde, cuándo y cómo fue producida, acopiada y transportada semejante cantidad de droga? El caso deja interrogantes abiertas. En febrero, Del Castillo presentó a un brasileño como ‘ballena’ del narcotráfico. Esta vez unos esquivos ‘cetáceos’ se zambulleron para no jugar...

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