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11 de junio de 2024, 4:00 AM
11 de junio de 2024, 4:00 AM

“Tiempos de crisis son tiempos de oportunidad”, dice Sven Schilling, gerente general de Droguería INTI. Es una de las empresas más grandes del país. Tiene unos 1.300 trabajadores y está invirtiendo más de 20 millones en un centro de distribución nacional y otros centros de almacenamiento a escala nacional, además de los cambios en sus oficinas en La Paz. Por supuesto que a quien mira con esperanza la coyuntura nacional y hace apuestas de ese nivel, hay que preguntarle: ¿Cuál es la visión y el horizonte que tiene Bolivia? De la respuesta (ver entrevista en la sección de Dinero de EL DEBER) se puede concluir que las nubes invitan a la creatividad y a la reinvención. El sector privado lo hace. ¿Y el Estado?

No se puede pensar en reinvención cuando desde el Gobierno se repite hasta el cansancio que el mismo modelo de la bonanza económica funciona en tiempos de vacas flacas. Las autoridades no quieren reconocer que hay crisis, aunque ya empezaron a admitir que hay inflación (aunque sea “importada”) y falta de dólares.

La fórmula aplicada a nivel del Estado no está funcionando. Entonces, ¿cuál puede ser la oportunidad en este tiempo de crisis? Una respuesta es el trabajo mancomunado entre el sector estatal y el sector privado. Quizás la reinvención pase por abandonar las restricciones para las exportaciones. Y, sin lugar a dudas, todo comienza con el sinceramiento de la realidad. No se podrá aplicar remedio al enfermo, si el médico se resiste a ver que el diagnóstico requiere un tratamiento largo y especializado.

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