Cara a cara

Cuando esta columna vea la luz pública y si no ha tenido otro contratiempo, ¡faltaría más!, Héctor Garibay habrá llegado a Francia, para competir la madrugada del sábado en la maratón de los 42 kilómetros, una de las pruebas más exigentes de los Juegos Olímpicos 2024. Nuestro compatriota aterrizará en París, un día después de lo previsto, tras largo y fatigoso periplo desde Bogotá, Colombia donde perdió la conexión aérea hasta la capital francesa. Las razones aún no fueron expuestas oficialmente. Se ha especulado con que el fondista y sus acompañantes se ‘distrajeron’ en la terminal colombiana y no prestaron atención al llamado de abordaje. Se quedaron sin poder viajar y con unas ganas enormes  de que se los tragara la tierra.

 Garibay, abanderado nacional en la apertura de los Juegos, había regresado a su natal Oruro para seguir su preparación en la altura donde su organismo puede generar mayor cantidad de glóbulos rojos y mejorar su capacidad de oxigenación. La ‘distracción’ o lo que fuera que le hizo perder el vuelo, ha puesto en duda las condiciones físicas en que competirá el maratonista boliviano por el desgaste que provoca el ‘jet lag’, un trastorno o malestar causado por un viaje en avión con cambios de horarios constantes.

 Ojalá que Garibay recupere su mejor forma y ratificando sus credenciales como el as boliviano presente en los JJ. OO. acelere el trote en París y no pare hasta subirse al podio de los ganadores. Es lo que los bolivianos anhelamos fervientemente. ¡Vamos Héctor!