Cara a cara

El cierre de septiembre marca la continuidad de un clima de tensiones e incertidumbre en el país. En los últimos días del noveno mes de un año políticamente agitado, uno de los factores del mal ambiente puede ser la prolongada y áspera rencilla entre los por hoy irreconciliables arcistas y evistas. Los primeros alistan medidas para contrarrestar el anunciado bloqueo nacional de carreteras el lunes 30/9 con el que se busca acortar el mandato presidencial del ‘hermano’ Lucho y a quien el evismo le ofrece dos opciones: Que renuncie al cargo o convoque a elecciones anticipadas.

En respuesta, desde el Gobierno, además de aliados y activistas, han sido presentadas ocho denuncias penales para que Evo rinda cuentas por las decenas de heridos, agresiones a la prensa y un daño económico de Bs 6,3 millones registrados durante la marcha “para salvar a Bolivia” que el cocalero encabezó recién desde Caracollo a La Paz, en medio de desmanes y con una convocatoria muy disminuida.

Tampoco prosperó el diálogo entre ambos. Ni con la mediación ofrecida por el Defensor del Pueblo. Llamativamente, desde el pasado domingo, el presidente Arce ‘desapareció’ de la escena pública. No estuvo en los festejos de Santa Cruz y Pando el 24. Brilló por su ausencia en la inauguración de Expocruz  y en la Asamblea de la ONU en Nueva York. El ministerio de la Presidencia puso fin al inusual ausentismo: “El presidente está aquí, firme, con el mismo ánimo de siempre, cumpliendo sus obligaciones cotidianas.”  Como dice la canción, no estaba muerto ni andaba de parranda…