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24 de octubre de 2024, 3:00 AM
24 de octubre de 2024, 3:00 AM

El bosque herido por el fuego producto de los incendios forestales y la salud de los humanos en jaque por el humo, como consecuencia de estos, no son lo único que tiene contra la pared a este departamento. Las peores escenas que superan la ficción las ha protagonizado la fauna, amenazada y lastimada hasta quedar carbonizada. Solo en el santuario Ambue Ari (Ascensión de Guarayos), 60 animales fueron atendidos y de estos apenas 40 lograron sobrevivir. Al resto tuvieron que inducirlos a la eutanasia. Son imágenes dolorosas que no se pueden volver a repetir.

Por su parte, el Programa de Biodiversidad de la Gobernación cruceña atendió fauna silvestre en riesgo mediante la implementación de clínicas temporales para los animalitos afectados en los municipios de Concepción, San Matías y Roboré. Hasta la fecha se realizaron 275 atenciones veterinarias y hubo un total de 417 individuos registrados durante los rastrillajes hechos como una tarea titánica y sin horario.

La conclusión es que la huella del fuego se ensañó con la fauna: muchos murieron quemados y otros lo hicieron por falta de agua, refugio y alimento. Sin cobertura arbórea suficiente, ni agua, el panorama no es alentador. Los que sobrevivieron enfrentarán en adelante un escenario adverso, como la ranita chiquitana  Ameerega boehmei, que solo vive en la serranía de Santiago de Chiquitos y en la de Chochís. Ojalá nunca más se tenga que poner en duda su sobrevivencia por culpa del fuego. Ella no habita en ninguna otra parte del planeta, no perdamos ese privilegio.

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