Cara a cara

¿Qué pasó el domingo? ¿Al final fue atentado o autoatentado? La pregunta me la hicieron más de una vez en este día, después de que ayer Evo Morales denunciara que “el gobierno intentó eliminarlo” y hoy el ministro de Gobierno lo acusó de disparar contra policías, al negarse a que su vehículo sea revisado en un operativo de control. La verdad es la principal víctima de este nuevo capítulo de la novela que protagonizan Evo Morales y Luis Arce, además de un reparto de ministros y colaboradores. En el centro está el incumplimiento de la ley o, al menos, el afán de estar por encima de ella, que ha expresado el expresidente.

 En la denuncia de Evo hay muchas dudas y las planteo. ¿Cómo es que un hombre herido (el chofer al que dicen Mapache) logra conducir con tanta destreza y a tanta velocidad?  ¿Cómo es que un vehículo que tiene las llantas baleadas logra desplazarse con tanta rapidez? Queda claro además que los bloqueos perjudican afuera de Chapare, porque por lo visto en el audiovisual que mostró Morales, no hay cortes de ruta en el corazón de Chapare. El exmandatario lucía sereno en plena persecución y hasta se atrevía a sacar la cabeza para ordenar que sus afines sigan bloqueando la carretera.

 La versión de Evo vs. la versión del Ministerio de Gobierno deben ser investigadas. En un momento de tanta confusión, corresponde que se haga una indagación objetiva con carácter de urgencia. No puede la política enredar los hechos, sin que la justicia pueda dar con la verdad. Sin duda, es en estos momentos cuando el periodismo es capaz de salvar la verdad, esa a la que todos quieren mancillar.