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5 de noviembre de 2024, 3:00 AM
5 de noviembre de 2024, 3:00 AM

Conseguir gasolina es una hazaña en estos días. Nancy y Julián dejaron el vehículo parqueado el domingo y utilizaron taxi para cumplir con las tareas que se habían propuesto. Natalia hizo fila durante dos horas y el combustible no llegó al surtidor. Las filas son eternas y están interrumpiendo el normal tráfico de la ciudad. La ciudad está caótica, porque sin importar si es avenida o calle, las colas son interminables.

Los surtidores hablan de que hace meses no les dan la cantidad de combustibles que acostumbraban recibir. El cupo bajó de 35.000 a 10.000. Por tanto, ya no operan todo el día, sino solo durante horas, lo que está forzando a prescindir de los trabajadores, lo que significa un alto costo social. En la refinería de Palmasola no entregan gasolina suficiente a los camiones cisterna, porque -según dicen- no tienen los insumos necesarios para que el combustible esté apto. Mientras tanto, en Argentina hay varios camiones esperando la dotación. Ante esa realidad, YPFB demora la información.

Podría creerse que la escasez se debe a los bloqueos, aunque no necesariamente es la respuesta completa a lo que está pasando. YPFB debe transparentar la información que entrega, debido a que las colas en los surtidores y los tanques de gasolina vacíos y las largas esperas que alteran la vida cotidiana son situaciones que traslucen la mayor preocupación de este momento. ¿Hasta cuándo? ¿Qué perspectivas de solución hay? La ciudadanía espera respuestas a estas cruciales interrogantes.

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