El secretario general de la Cámara Boliviana de Desarrolladores Inmobiliarios ofrece un revelador análisis de la situación del complejo negocio inmobiliario en Santa Cruz y de las perspectivas del sector

14 de agosto de 2022, 4:00 AM
14 de agosto de 2022, 4:00 AM


_¿Cómo quedó el mercado inmobiliario durante esta época de pandemia?
Quiero comenzar diciendo que Santa Cruz es una ciudad extremadamente pujante, que si no está bien en un sector, está bien en otro. Y como es una de las ciudades más codiciadas para venirse a vivir, para invertir en el sector inmobiliario, llega a esta ciudad gente principalmente de La Paz, Beni y Chuquisaca; de Cochabamba y Tarija vienen más a invertir, no a quedarse. Con ese empuje y con muchos otros factores, Santa Cruz comienza a crecer para todos lados (...). Entonces, sigue el desarrollo en el esquema imobiliario y es muy difícil que los precios caigan en general.
En 2020, al inicio de la pandemia, para la economía en general comenzaron a bajar los valores, pero solamente en ciertos sectores de la ciudad, en los que hay mucha oferta y en los que no hay parámetros para mantener o aumentar esos valores. El ejemplo más fuerte es el centro de la ciu-dad, que sufre una de las caídas más grandes de la historia, hasta un 40%. ¿Y por qué? Porque no hay incentivos para crear elementos que hagan que el centro se valorice, porque salen de esa zona la Alcaldía, la Gobernación, la mayoría de los bancos, los mercados, las tiendas. ¿Qué sucede? Ante un sistema de estacionamiento precario, inseguridad y suciedad, el centro queda un poco abandonado. Esa situación ha causado que los valores en la zona sur, que ha sido una de las más prósperas, también caigan entre un 10 y 20%. Bajan, igualmente, entre 10 y 20% las franjas entre el primer y el cuarto anillo, porque son barrios ya consolidados, en los que siempre hay oferta (de inmuebles) y que no ofrecen nuevos atractivos para el nuevo comprador.
Sigue en auge o no han perdido precio toda la zona norte, Equipetrol, Sirari, las avenidas Alemania, Beni... Todo lo de afuera de la ciudad sigue subiendo, octavo y noveno anillo, porque se va vendiendo y se va poblando.

_¿Ha cambiado la pandemia las preferencias de vivienda?
Sí. Hemos estado mucho tiempo encerrados y la gente en general prefiere ahora lo verde, el aire libre, los patios; terrenos donde puedan tener su churrasquera, su huerta, sus frutales, naturaleza.
Ahora, la gente prefiere departamentos con balcones y estos se ofrecen con escritorio y con lugares ya planificados para el trabajo en casa. En las áreas comunes de los edificios hay lugares para que los niños puedan hacer sus tareas y televisión para conectarse por Zoom a sus clases.
Antes, la gente se iba donde había el club house más grande, donde había jolgorio viernes, sábado y domingo; ahora la gente quiere un club house más chiquito, donde no se permitan fiestas. Prefieren que el gasto no sea mayor, piscinas más chicas, solo juegos infantiles. Entonces, se va adecuando la gente en ciertas zonas y sigue el desarrollo perfectamente normal.
El crecimiento del sector inmobiliario sigue...
Así es. Con ese público específico que llega de afuera, que quiere comprar o alquilar, porque -pese a cualquier cosa- el crecimiento económico en Santa Cruz está por encima del de otras ciudades. Los desarrollos inmobiliarios van a seguir teniendo mercado.

_¿Es posible afirmar que el desarrollo inmobiliario cruceño depende de la migración?
Claro que sí. Obviamente.

_¿Quiénes son los nuevos compradores?
El que está mejorando su nivel económico, las parejas jóvenes, los migrantes que llegan a vivir o a trabajar. Muchas empresas se vienen con sus oficinas centrales y con sus ejecutivos, y esos ejecutivos tienen sus familias, sus padres que vienen a visitarlos o que se vienen a vivir huyendo del frío, de la altura, de la política. Todo ese público requiere alquileres, anticréticos o compras, y eso hace que se mantengan ciertos precios en ciertas zonas de la ciudad, e incluso hace que suban en los sectores comerciales. Santa Cruz fue catalogada hace algunos años como una de las ciudades de mayor crecimiento del mundo, y la primera de América Latina. ¿Por qué? Por la migración nacional y porque todas las universidades ya están acá. Además, hay más de 30.000 estudiantes brasileños y ese número sigue en aumento. 

_¿Por cuánto tiempo se puede mantener esta expansión?
Se estima que hasta 2030 tengamos la mitad de la población de Bolivia. Ha crecido seis veces en un periodo de 15 a 20 años.
Hay estudios internacionales que determinan que la ciudad de Santa Cruz no va a dejar de crecer por lo menos en los próximos 20 años. Primero, por sus características geográficas, puede crecer hacia todos lados. Segundo, es la ciudad económicamente más activa por los sectores que tiene: ganadería, agricultura, industria, minería y otros. Después, Cochabamba y La Paz llegaron a un tope de crecimiento. Colegios, universidades, centros comerciales, actividades recreativas, hay muchos atractivos como para continuar con esa migración y ese desarrollo acelerado en Santa Cruz.

_Además del sector privado, ¿el Gobierno, la Alcaldía y la Gobernación hacen lo necesario para que esto continúe?
No. La ayuda del Gobierno a este desarrollo ha sido el crédito social, importante para las personas que no tenían casa. De la Alcaldía y la Gobernación no hay mucho estímulo, están las intenciones, pero nunca se llegan a concretar. 

_¿Cómo se encara la instalación de los servicios básicos?
Gracias a Dios, las cooperativas de agua y electricidad son muy eficientes. El sistema de alcantarillado se implementa ordenadamente. En lo que sí estamos mal es en el tráfico y espero que ahora la Alcaldía ponga empeño en resolver este problema.