Carlos Piñeiro lleva Sirena al FIC Valdivia
El primer largometraje del paceño fue rodado en el lago Titicaca y se presenta el 7 de octubre junto a otros diez filmes en el festival de Chile
MARÍA JOSÉ FERREL
El año es 1984, cuatro personas llegan a una isla alejada en busca del cadáver de un amigo desaparecido en el lago Titicaca, los comunarios que lo encuentran se niegan a devolver el cuerpo porque temen que esto repercuta fatalmente en las cosechas venideras.
Sirena es nombre de la ópera prima de Carlos Piñeiro y llega a la pantalla grande después de más de 10 años de la exhibición del primer cortometraje del realizador paceño, Martes de Ch’alla (2018).
La película es parte de la selección oficial en competencia del Festival Internacional de Cine de Valdivia, que se desarrollará entre el 9 y el 15 de octubre en la ciudad chilena, considerado el evento cinematográfico más importante del vecino país.
La Selección Oficial del FIC Valdivia está compuesta por 10 filmes, tres premieres de producciones chilenas, seis latinoamericanas y un estreno mundial: Historia de mi nombre (2019), de la directora Karin Cuyul y Nona. Si me mojan, yo los quemo (2019), de Camila José Donoso de Chile.
La brasileña Sete anos em Maio (2019), de Alfonso Uchoa, y Construcciones (2018), del argentino Fernando Restelli. Electric Swan (2019), de la directora griega Konstantina Kotzamani, Khartoum Offside (2019), de la directora saudí Marwa Zein, y 143 Sahara Street (2019), del argelino Hassen Ferhani. El listado cierra con Longa Noite (2019), del español Eloy Enciso, y la producción franco-norteamericana So Pretty (2019), de Jessie Jeffrey Dunn.
La película se filmó a finales de 2017 en cuatro semanas como parte de un proceso que duró casi tres años. El lago Titicaca fue el escenario principal del rodaje, principalmente Santiago de Okola y la Isla de la Luna, como también Copacabana, el mirador de Lloko-lloko y la ciudad de La Paz.
Como si se tratara de un tejido, la obra de Carlos Piñeiro viene construyéndose poco a poco a través de otros tres cortometrajes anteriores, Max Jutam (2010), Plato Paceño (2011) y Amazonas (2015). El guion nació de una idea original del director, que fue desarrollada por Juan Pablo Piñeiro y Diego Loayza, ambos productores de la película.
El equipo se completa con la presencia de Marcelo Villegas en la fotografía, Juan Ignacio Revollo, Viviana Baltz y Mario Andrés Piñeiro en la dirección de arte. Sergio Medina en la dirección de Sonido. Además de la participación de Amanda Santiago en el montaje, Pablo Paniagua en la corección de color y Kiro Russo en el diseño sonoro.
El elenco combina la participación de actores profesionales y naturales: Daniel Aguirre, Kike Gorena, Brian Leónidas, Benjamin Pari, Ariel Mariaca y Adela Callisaya, entre otros. La producción es realizada en asociación por Socavón Cine, Colectivo Marketero y Mattebox. De la Vida Films de Chile y el Doha Film Institute de Qatar.
“Siempre se busca el mejor equipo profesional pero algo fundamental para mí es la confianza, poder confiar en mi equipo y que el equipo confíe en mí, y para encontrar o llegar a esa confianza es sólo a través de la amistad”, explica Carlos que adelantó que cualquier expectativa que haya podido tener respecto a su primer largometraje, ya fue superada: “el simple hecho de filmar en el Lago Sagrado ha significado para mí un sueño cumplido”, apunta.
Con 76 minutos, el formato blanco y negro utilizado en el filme, responde a la intención de superponer los mundos que son retratados por Piñeiro: “Es el contraste de los dos mundos: de sus maneras de ver la vida y la muerte. Desde el idioma hasta la forma de los zapatos, tiene los mismos matices y distancias que hay entre el negro y el blanco, sin embargo, uno no puede existir sin el otro”.
Parte fundamental para la finalización de la misma fue el apoyo del Programa Intervenciones Urbanas parte del Ministerio de Planificación de Bolivia, además de la ayuda también del Fondo Concursable Municipal de Promoción al Desarrollo, Salvaguarda y Difusión de las Culturas y las Artes (Focuart).
Sirena es una película del colectivo Socavón Cine, grupo de cineastas que se erige como un referente del cine boliviano actual para el mundo, esto gracias a la exposición internacional que han tenido en los últimos años, ganando premios en diferentes festivales como Locarno, San Sebastián, Clermont- Ferrand, Cinéma du Réel, Mar del Plata, Festival de Río de Janeiro, Festival de Carbonia, Festival Márgenes y el Bafici.
