Ícono. Cecilia Sanabria integró un quinteto de oro del modelaje local. Hoy está dedicada a la administración de empresas

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11 de julio de 2021, 4:00 AM
11 de julio de 2021, 4:00 AM

SERGIO CHUQUIMIA. FOTOS

“Con ustedes la negra consentida, la espectacular Cecilia Sanabria”, así, tan familiar, era la presentación que hacía Reyes Seleme cuando anunciaba a esta sensual mujer en los desfiles de Las Magníficas. Y los aplausos resonaban para premiar a la modelo que tenía ganado el corazón del público local.

El tiempo voló, ya son 15 años desde su retiro de las pasarelas, aunque, con 45 de vida recién cumplidos, es como si se hubiera congelado. Cecilia conserva la cintura de avispa y la figura tonificada que la caracterizaron.

Alejada de los flashes, hoy es administradora de una empresa de dulces nacionales, dio el gran salto a las redes sociales y está dedicada a su hogar. Lleva 19 años de matrimonio con Andrés Herbas y son padres de Lucía (16) y Florencia (13).

Reconoce que extraña la adrenalina de los desfiles, pero cumplió su ciclo y era hora de pasar la posta a otras de las hermosas que hay en Santa Cruz.

Debut

Se inició en el modelaje con una campaña publicitaria de calzados que apareció en la portada de Sociales del diario EL DEBER, y fue la sensación. Con 18 años le llovieron los trabajos y su carrera fue en ascenso.

Cuenta que no se imaginó ser maniquí, ni que la gente la reconozca en la calle, pero le gustó. “Es bonito recibir el cariño de las personas, que te pidan fotos o te digan que te admiran”, expresa. Y eso le pasa hasta hoy, incluso cuando viaja a otros países.

Durante 22 años fue Magnífica y cree que entre sus grandes logros está desfilar en Chile, Uruguay, Argentina, Brasil, Francia e Inglaterra.

Época dorada

Dice que el esplendor del modejale en Santa Cruz se vivió a fines de los años 90 y principios del nuevo siglo. “Los shows de Las Magníficas eran de lujo. El vestuario era fascinante, las coreografías atractivas y todo estaba pensado para conquistar al público”, recuerda sobre el espectáculo que fue evolucionando junto a sus protagonistas. Empezó como un desfile pequeño en Los Tajibos y se convirtió en el evento más esperado en la Expocruz.

Cecilia integra el quinteto de oro del modelaje cruceño junto a Carla Morón, Verónica Larrieu, Antoinete van Dijk y Maricruz Ribera, que no se repitió. No hubo otra generación como la de ellas en las pasarelas locales.

“Tuve la suerte de vivir la mejor época del modelaje cruceño. Luego hicimos el Bolivia Moda y éramos muy bien pagadas como azafatas en la ‘Expo’. Lamentablemente las cosas no volvieron a ser iguales”, reconoce sobre la crisis del sector, que empeoró con la pandemia.

Recuerda que una de las producciones fotográficas que causó sensación fue una en ‘hot jeans’. Se realizó cerca a Viru Viru y los conductores de los autos se detenían para ver a las modelos, que eran Carla, Verónica, Maricruz y ella.

Cree que en el país existen modelos que reúnen todas las cualidades para convertirse en la Gisele Bündchen boliviana, pero les falta el roce internacional, las oportunidades para estar en otras pasarelas y que vean cómo se trabaja afuera. Cree que las chicas tienen el potencial y que sus agencias deben abrirles el camino.

Ansía ver a una connacional en la portada de revistas internacionales y posando para los diseñadores más famosos y las empresas más importantes del mundo.

Escultural. Sigue tan bella como en sus 22 años de Magnífica.

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