28 de septiembre de 2022, 4:00 AM
28 de septiembre de 2022, 4:00 AM


El Censo, como repiten moros y cristianos, es una herramienta “arcaica” para 1) saber cuántos somos, cómo vivimos y qué nos hace falta y, 2) con los resultados, diseñar y aplicar políticas públicas a objeto de realizar inversiones para cubrir las NBI -necesidades básicas insatisfechas- que son muchas. Cabe preguntarnos, ¿cuáles fueron las políticas o inversiones realizadas con los resultados de los censos 2001 y 2012?, el ciudadano percibe que nada cambió, sus problemas siguen siendo los mismos de hace décadas, entonces ¿el Censo cumple su verdadero y real objetivo?

Entonces el Censo simplemente sirve para la redistribución de los escaños de diputados, representantes de uno y otro lado que en la actualidad son seriamente cuestionados “salvo honrosas excepciones”; ahora bien, ¿por qué Tuto y Mesa no se han referido al Censo?, será porque cuando estaban en el “poder” tampoco querían realizarlo o dar cumplimiento a los resultados del Censo 2001, de hacerlo, en esa época tenían que asignar 4 diputados más a Santa Cruz para las elecciones generales del 2002 y una mayor cantidad de recursos económicos para los cruceños; sin embargo, Tuto no realizó ninguna distribución ni representación política y menos económica; después, llegaron Gony y Mesa al Gobierno, el “colla-gringo” renunció y quedo Mesa, que no solo negó a Santa Cruz los diputados que le correspondía por población, sino también los recursos económicos para la atención de su población por crecimiento vegetativo y sobre todo por la migración de los departamentos hermanos, pues ya no aplican los dichos de antaño, donde comen 4 comen 5 ¡comen, pero comen menos!

Mesa, también negó a los cruceños el ejercicio pleno de la descentralización administrativa, fue un centralista férreo y los cruceños pelearon para que convoque a la elección de prefectos; a la tierra camba siempre le fueron impuestas autoridades departamentales, prefectos y alcaldes, ya venían nombrados desde La Paz; sin embargo, toda lucha de los cruceños benefició a todos los departamentos, así tenemos las regalías del 11% de la década de los 60, hoy en día los bolivianos elegimos a nuestras propias autoridades, independiente si elegimos bien o mal.

El Pacto Fiscal, no es otra cosa que la utopía para la distribución “equitativa” de recursos e ingresos que tiene el Estado, esta sería la causa por la que gobernaciones y municipios no tienen recursos y se refleja en la falta de obras y gestión, además, sirve como excusa perfecta para justificar la incapacidad para hacer gestión, en cierta medida, no se puede hacer nada si no estás bien con “Papá-Estado”. Ahora bien, la CPE de 2009 estableció el Pacto Fiscal como la fórmula para darle a cada quien lo que le toca, “eso lo aprobaron los propios cruceños, recuerden al célebre Oscar Ortiz y compañía, cuando decidieron convertir ilegalmente al Congreso en “Congreso Constituyente”, al modificar más de 150 artículos del trabajo de la Asamblea Constituyente, deficiente por cierto.

La Ley Marco de Autonomías de 2010, simplemente fue un “contento” que Álvaro García Linera dio a la entonces oposición de Tuto y Ortiz, norma que a más de 12 años de vigencia no ha llevado un “centavo” a las ETAs, todo se mantiene concentrado en el Gobierno Central; las autonomías siguen en estado “embrionario” simplemente tienen capacidad legislativa y ejecutiva, ¿pero qué vas a ejecutar si no tienes los recursos necesarios? Sin embargo, hay que reconocer que se avanzó mucho en “lemas y discursos”, de “autonomía carajo” pasamos a la autonomía pal carajo, autonomía del cangrejo, de la autonomía al andar, a la autonomía posible hasta que llegó Camacho, que de un plumazo desechó el proceso autonómico y lanzó el federalismo ¿será que le entiende?, ¿habrá leído algo este señor?, en fin, simplemente inauguró dos casas federales para la foto de la falsa gestión del “gober”, solo una noticia efímera.

La realidad actual de Santa Cruz por su crecimiento, independientemente que el Censo se realice el 2023 o 2024, aspira a tener 4 diputados más; La Paz por el crecimiento de El Alto no perdería como el año 2005 (última distribución realizada por Rodríguez Veltzé), es más podría recuperar 1 curul que puede salir de Oruro o Potosí; Cochabamba tiene un crecimiento normal, por lo que tampoco perdería. ¿Entonces, quien tendría que resignar diputados que beneficiarían a Santa Cruz? No hay donde perderse, Chuquisaca, Tarija, Beni y Pando, los aliados naturales tendrían que ceder cada uno un diputado en favor de los cruceños (dura prueba para la ex-Media Luna). Esta “pelea” por ganar y otros por no perder tendrá consecuencias en contra de Santa Cruz, puede perder apoyo político que aún le brindan ciertos sectores de esos departamentos; Camacho, ya no tiene la fuerza del 2019, ya no es líder indiscutible ni de los propios cruceños; el rector de la Uagrm le quitó palestra y liderazgo en la exigencia y conformación de las mesas técnicas de trabajo para el Censo.

Se vislumbran negros nubarrones en Santa Cruz, no solo por los “incendios” sino por la falta de liderazgos emergentes, serios y responsables, los cambas no han tenido “suerte” con los gobiernos de turno, siempre la tuvieron que “pelear duro” así el presidente haya sido cruceño como “Banzer”, en cada gestión en el área Económica, Desarrollo y Planificación siempre había cruceños, pero estos llegaron a La Paz, se volvieron y ubicaron más centralistas que la plaza Murillo; Oscar Ortiz fue ministro de Planificación y después de Economía y Finanzas, ¿trabajó por el Censo? ¿Asignó más recursos a las ETAs?, la respuesta es no.

La tierra camba tiene de enemigos administrativos a los propios cruceños que ejercieron o ejercen el poder, esto preocupa mucho, porque si le va mal a los cruceños, nos va mal a todos los bolivianos. ¡Quo vadis Santa Cruz!

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