Mencionan al Plan 3.000 y la avenida Fuerza Aérea Boliviana (ex Santos Dumont) como los puntos más conflictivos. Piden a la ciudadanía que no estacione sus vehículos cruzados en las calles, ya que estas son usadas como vía de escape

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26 de octubre de 2022, 20:00 PM
26 de octubre de 2022, 20:00 PM


“Cuando nos estábamos yendo le dio a la ambulancia en la parte trasera, y a un colega le quiso dar un machetazo”, mandó el mensaje, vía WhatsApp, uno de los conductores de ambulancia del Sistema Integrado de Servicios Médicos (Sisme), que no dio su nombre.

Según el denunciante, el hecho ocurrió en la cuarta noche de paro, a la altura de la calle Teniente Mamerto Cuéllar, por el Parque Urbano, y para su respaldo tomó una fotografía del agresor.

Según los choferes, no es tarea sencilla trasladar pacientes en épocas de paro, y aunque entienden la demanda, piden a la población que bloquea que sea más comprensiva con las situaciones de emergencia.
Daniel Rodas es el conductor de la ambulancia del Sisme que tiene como base de operaciones el Hospital Francés, de segundo nivel.

Cada día le toca cruzar por uno de los puntos más temidos en este oficio, el sexto anillo de la avenida Fuerza Aérea Boliviana (ex Santos Dumont), ya que es constante la tensión entre los vecinos que bloquean y los masistas que presionan por dejar expedita la vía.

“Ese punto es muy complicado, hay enfrentamientos. Cuando paso por ahí, revisan si llevo pacientes. En día normal y sin tráfico, tardaba entre 15 y 20 minutos para llegar al Hospital San Juan de Dios y ahora demoro el doble porque tengo que desviarme, y esperar que me abran las trancas y me revisen”, explica. 

Rodas dice que su ambulancia es la única de esa zona, y que, con tanto movimiento de pacientes, a lo que se suma la demora, no alcanza el tiempo. “Solamente llevar, esperar y traer a un paciente para que se haga una tomografía en el San Juan de Dios, puede tomar dos horas”, ilustra. 

Para él, otros puntos conflictivos están en el Cine Center; avenida Busch, entre segundo y tercer anillo; y Radial 10 y cuarto anillo.

En la mañana es relativamente tranquilo, pero el tormento de los choferes de las ambulancias inicia después de mediodía, cuando la gente se instala en los puntos de bloqueo, y la ambulancia no lleva paciente.

Dice que sí o sí debe ir más lento que de costumbre, porque hay mucha gente en las avenidas, en bicicleta, a pie, “la gente anda como si fuera una acera”, cuestiona.

No lo han agredido físicamente, pero sí de forma verbal por la avenida Tres Pasos al Frente, ya que no llevaba pacientes. “Me dirigía a la unidad del Sisme para cargar combustible”, aclara.

Rodas lamenta que por temas políticos y críticas a la Alcaldía la gente se ensañe con los conductores. Julio Vaca Pereira, jefe del sisme, dice que gracias a Dios no han tenido código rojo (paciente con riesgo de pérdida de vida), porque al escasear los medios de transporte, es mayor la demanda de las ambulancias municipales.
“Se ha indicado al personal que si en alguna rotonda o punto de bloqueo están intransigentes, que busquen la forma de ir por otro lado. No conviene entrar en conflicto”, es el protocolo.

Kabir Ramos es propietario de la Red Lozanía, de Ambulancias y Oxigenoterapia. Por lo menos hasta que dure el paro, tiene ganas de ‘tirar la toalla’. “Nos está costando mucho pasar, al menos por mi parte creo que no voy a trabajar. Los ciudadanos no quieren levantar las cosas y uno tiene que pasar por donde sea. No vamos a fregar nuestra fuente de ingresos por unos cuantos pesos”, dice.

Ramos reconoce que perjudica la gente que hace mal uso de las ambulancias porque acentúa la desconfianza de la gente que bloquea. Coincide en que es complejo pasar por la ex Santos Dumont y por el lado de La Campana (Plan 3.000). Aplaude la organización por la doble vía a La Guardia, “hasta tienen lugares de paso para ambulancias, con letreros”.

Pide a los vecinos que no dejen sus vehículos cruzados en las bocacalles, que son las pocas vías alternas cuando les impiden pasar en las rutas troncales.
Teme ir a gran velocidad debido a que todo mundo anda en contraflecha, especialmente las motos.

Ramos daba en su camioneta el servicio de oxigenoterapia, pero reconoce que es una misión imposible que dejen pasar ese tipo de vehículos, si así con las ambulancias ya es complicado.

Eliana Becerra es funcionaria del Sistema de Emergencias Médicas Avanzadas (Sema), que tiene ocho ambulancias disponibles.

En estos días, explica que el promedio de atención es de seis emergencias diarias, incluidas algunas convocadas por la Policía y por los mismos ciudadanos que bloquean, que en algún caso se han descompensado debido al intenso calor.

Cree que en este paro hay más presión de la gente, que a veces no entiende que se trata de una emergencia. “Tratan a los conductores, les dicen mentirosos, que usan las ambulancias, sobre todo privadas, para otros fines”, cuenta, y alude a que son más tercos los vecinos en el tercer y sexto anillo de la avenida Cristo Redentor. 

Como parte de un trabajo social y de apaciguamiento, Sema ofrece sus servicios en los puntos de bloqueo, a menudo en coordinación con las juntas vecinales.